Mundos dentro de mundos, carámbanos difusos que golpean con garra de metal el tiempo huido. El oleaje acerca mar adentro los fulgores definitivos de un introyecto arrebatado que fieramente asoma sus elipses en un vaivén de frentes añejas y puras.
Negro brillante contrasta el hielo con el fondo agudo y circunnavegar es casi un obsoleto desembarco por donde los cielos ondean sin demasiada sandez.
No hay placer que sea malo en sí mismo. Lo que es malo son las desagradables consecuencias que puedan resultar si no se usa la cabeza cuando se decide qué placeres perseguir y cuáles evitar.
Epicuro 341-270 a.c.
Lo que pudo existir brilla un instante, Luego deja sus sombras marcadas para siempre, Fue tiempo de soñar, y sin embargo Estaban ya las cartas repartidas. (Luís García Montero. Habitaciones Separadas)
Tú no eres como los demás niñ@s -decía mi madre- Y si no puedes sobrevivir en este mundo, mejor será que te construyas uno propio. (J. Winterson)
No hay comentarios:
Publicar un comentario