
Esta noche el mar Atlántico ha sido,
por un segundo,
el océano Mediterráneo
y las palabras de plata han curado,
por un momento
al hombre lobo
que todavía aúlla,
hambriento.
Esta noche ha llovido sobre el plástico
y se han ido llenando
silencios y nostalgias
por un segundo parecía
que sonaba un tango a dos voces
y que las estrellas eran un puente.
Ésta noche se han abierto puertas
y pequeñas velitas se han visto en las ventanas
aquí dentro, a veces,
también ha habitado la alegría.
Pero al final de la noche,
cuándo ya alumbraba el día,
cada estrella en su sitio,
cada nota en su cuerda,
todo ha vuelto a ser lo mismo,
a un eterno "si pudiera..."
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