Así, de golpe, un rostro se dulcifica:
Ayer su voz era distinta,
sus palabras eran las mismas.
Hoy casi sin querer rozan y acarician.
Así, de golpe, unas manos se eternizan:
Ayer solo estaban torpes en el aire,
sus gestos eran los mismos.
Hoy casi sin querer se posan y se giran.
Así, de golpe, un cuerpo se reafirma:
Ayer caminaba mirando el horizonte,
su mirada era siempre la misma,
Hoy casi sin querer vuela y brilla.
¿Qué es eso que brilla?
Estrellas que alcanzar
Hace 6 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario