lunes, 30 de noviembre de 2009

And another one...

Me ha dado por intentar hacer pequeños vídeos y subirlos a youtube...
Mientras espero que se me pase, pongo aquí los tres que he hecho de momento.
No son gran cosa, pero entretiene hacerlo.







Me estoy copiando a mi mismo... qué cosas...

viernes, 27 de noviembre de 2009

Nunca llueve al sur de California



¿Dónde están los trozos que me faltan?
¿Dónde las llagas?
Tal vez vuelen
en ese lugar difuso
que siempre olvido mirar,
o en un verde extraño
que varíe de signo con las tormentas
a cambio de un instante casi puro.

Tal vez debajo
de ese montón de espinas renqueantes
que codician almas juguetonas
a las que nunca supe
hablar del todo.

¿Cuáles son los trozos que me faltan?
No sé, solo duelen.
Tal vez ni existan
o fueron
un pequeño paseo,
un sol intermedio,
intermitente,
tan casual
que puede que hayan olvidado
el camino a la casa que nunca tuvieron.

Sin propósito de enmienda

De otras autovías queda la estela
amarilla de un roto desgajado
que da por sobreseído el mero hecho
de ser el único azumbre de centeno
que todavía camina por este golfo.

Puede haber uno, dos vahídos
entre salto y sapo, o flor argéntea:
¿Qué, si no, define mejor el violeta?
Un resquemor casi vapuleado por dentro
y un difundir obtuso de sangrantes mareas.

martes, 24 de noviembre de 2009

Hoy, silencio

Kentucky



A veces el destino, o el azar, o lo que sea, te gasta putadas gordísimas, y acabas maldiciéndolo a él, o culpándolo a él por no culparte a ti mismo.
Otras, sin embargo, te gasta bromas tan sutiles,te lanza guiños tan finos que cuándo los pillas, si es que te llegas a dar cuenta, no puedes hacer menos que reírte, aunque sea entre dientes.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Nominado al imbécil del año

Lo peor es ahora.
Me dijeron que el tiempo
y todas esas cosas.
Promesas, solo promesas
tan vacuas como las mías.

Ayer, al menos, podía
ocultar mi rostro un momento,
liberarme un segundo
mirando hacia otro lado.
Apenas bastaba
un suspiro.

Ayer veía
manos amigas
que me abrazaban sin preguntas
y yo no tenía voz
para las respuestas
y no pasaba nada.
El mundo tenía
un orden perfecto
que era mentira.

Y yo me aferraba
a la tabla vacía
de un dolor sin nombre
que no dolería.

Pero la venda estaba
sobre la arteria equivocada
y la sangre sigue fluyendo
como el primer día.
Y ahora las manos
se me tienden amigas
y yo cruzo los brazos
me acurruco
busco en un rincón
aquel otro silencio
maldigo cada frase
cada palabra
cada suspiro
que exhalé cuando no podía
que dije cuando no debía.
Y cierro los ojos
y ansío las lágrimas
y solo veo
la eterna lista
de promesas no cumplidas
y busco una,
solo una
a que aferrarme
que me devuelva la sonrisa
aunque sea solo por un instante
y quiero
estirar los dedos
rozarla un momento
aunque sea de aire
y sin embargo,
tiemblan mis labios
se encogen mis manos
vuelvo a mi mismo
vuelvo a la nada
al fin y al cabo
es el camino
que me he marcado.
Alzo la vista
contengo la rabia
y no veo ni una
promesa cumplida
siquiera soñada
veo que no supe
ofrecer nada
y se me agolpan los gritos
en la garganta.
Pero ya no es tristeza
es solo ira,
es solo ganas de
terminar con todo
mandarme a la mierda
dejar estallar
mi maldito cerebro
arrancarme de cuajo
el montón de excrementos
al que llamo alma
dejar de ser yo
olvidar que he existido,
borrarme del planeta.
O simplemente
acurrucarme despacio,
acariciarte los labios
como si de todo esto
no hubiera pasado nada.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Sí es por presumir...

Pero en Mundopoesía me han dado un pequeño reconocimiento por un poema.
Para una vez que hago algo bien...

Aquí el enlace:

http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-de-amor/244629-un-viejo-poema.html

La pega es que lo escribí hace la tira de años...

Pero la tira, tira.
Pero bueno, algo es algo.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Ludd

El héroe que no supe ser
siquiera el asomo,
me está mirando desde el otro lado
repitiéndome
las hazañas que no hice,
las fechorías que no detuve,
los mundos que no salvé.

No recuerda
si hice algo bueno alguna vez.
Tal fue su derrota,
tal fue mi fracaso.
No hay lugar ya
para ir a tomar la última,
toda la cera está repleta
de cristales rotos
y a esta calle el barrendero
nunca llega.

A priori


Aquí no queda nada ya,
solo sombras y ruinas.
Vagar por otras nieblas,
hollar en otros mares,
tapiar con carnes indecisas
vanos a ninguna parte.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Cinema Verité


Se retuercen las noches sobre el hielo,
panza arriba, buscando la luna
que se fue como una brisa en un tiempo lejano
dejando las mareas fugándose por los bordes
de un mundo anillo imaginario.

El tambor continuo tañe en el fondo
de este agujero indiferente, donde solo
hay todavía más oscuridad devorando lo ya negro
y se estrella una y otra vez el muro de la esperanza.

Removiendo con el ariete infinito de la nada
la realidad vuelve a situarse en cada recuadro,
no fue nada más lo soñado que lo vivido
y en la balanza rota tal vez cupiese otro verso.
Nunca se sabrá.
Nunca
se
sabrá.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Mutis...

No estoy haciendo mutis...
¡Estoy preparando parte de lo aquí escrito para un libro en papel!
Os mantendré informados e informadas...

martes, 17 de noviembre de 2009

Viento

A este lado del paraíso,
en esta parte del silencio,
las pequeñas felicidades van y vienen,
mutiladas, esperando
a girar los ojos y ver allí
aquel otro rostro
que todo lo ocupa.

Pero no.
Y sin embargo, todo sigue.
Amanece, que es bastante,
y al final el sueño surge,
extendiéndose cómo un manto por el tiempo.
Y el olvido se va llenando
de otros recuerdos
que no olvidan,
pese a todo,
pero van siendo
ya otros.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Hoy


Llevo todo el día de cara a la pantalla en blanco.
Hoy no tengo palabras.
Las zurraspas son, hoy, un buen montón de mierda.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Unas flores bonitas


Miro a los ojos arrancados
del perro que acabo de atropellar
en ellos, su último recuerdo:
Sangre humana goteando entre los dientes
y un llanto lejano que se ahoga en el cieno.

(Fuera, el sol, los pájaros, la tarde temprana
que anuncia que se acerca el invierno)

Rasgo con las manos desnudas la máscara
de heces que cubre ese rostro demacrado
y arrojo una por una a las llamas las dos o tres esperanzas
que atesoraba para los tiempos de miseria.

(Allí canta un ave, allá se besan los viejos amantes)

Pisoteo adrede este montón de hojas sueltas
donde ayer mismo escribía mis anhelos.
Hoy son basura, y hieden de tal forma
que sólo puedo ver mi rostro en ellos.

(Se mecen suaves los árboles al viento.
Se acurruca el mundo vencido por el sueño)

Trozos

Acumulando agujeros en un espacio reducido
las llaves de paso gotean ácido sulfúrico
y las goteras apenas dejan ver la lluvia.

Recuadros plenos de llaves eléctricas
relucen azules y amarillos entre los cables
amenazando con descargas de alto octanaje.

Afuera, una llave inglesa baila un vals rauda
con dos engranajes desengrasados que ronronean
la siseante figura de un cielo casi distinto.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

20


Naves ardiendo justito al lado,
terrores adolescentes, o no tanto,
que llaman por teléfono a líneas inexistentes.
No somos más que pedazos de otros siglos
y navegamos contra corriente en fangos reptilianos.

Bajo cubos de basura casi azules
los caminos se bifurcan a millones
cómo una lluvia de rupturas casi milésima
que vuelve a azotar con mano de espuma los naufragios.

Y un millón de laureles avanzan ahora
raudos cómo una pandemia de fracasos
en cada dirección no elegida
en que el cartero nunca dejará una carta.

Desde la cima, cómo un terrón de sueños,
se regocija una ausencia destrozada
por el choque imperceptible de un asteroide alcoholizado
o un tren fulgurante sin aire en las entrañas.

No recoger la rabia en dulces bandejas
ni llorar los minutos entre amarillos desbocados,
he aquí el problema.
Hay mañanas en el mundo que giran sobre su vientre
y entran en barrena hacia el imposible sin mirarlo
para deshacerse en gotas un segundo después de tocar el suelo.

De aquí, al infinito, tal vez
una milésima más lejos, para verse irremediable
en un error que arranca las sienes a tiras
y el hielo a latigazos.

martes, 10 de noviembre de 2009

Apocalypse now


Tarde otra vez.
Las ausencias se hacen silencios,
los silencios ya no son espera,
las esperas ya no tienen fin,
los finales nunca llegan.

Nada otra vez.
Las imágenes se disuelven,
lo disuelto se rehace,
lo rehecho se destroza,
lo destrozado siempre duele.

Mal otra vez.
Los gritos se ahogan,
lo ahogado reflota,
lo reflotado recuerda
lo recordado hiere.

Nunca otra vez.
El precio se paga,
lo pagado se pierde
lo perdido se añora
lo añorado nunca vuelve.

(Enmedio de un torbellino, a merced de las olas, el presente)

Si...


Pero no.
¿A qué engañarme?

Ni una nube inútil

Pero el vacío sigue ahí,
mirando con ojos de gato
a plena luz del día.

Me mira, me habla, me dice, me cuenta
que vive conmigo, que está conmigo,
que ni me ha dejado, ni me dejará, ni me deja.

Que ni lo intente, que no siga,
que antes o después vendrá a buscarme,
que no pude vencerlo entonces,
que no pretenda vencerlo ahora.

Y no puedo sacudírmelo.

domingo, 8 de noviembre de 2009

La Haine

Golpe a golpe, puño a puño,
los nudillos son pulpa, sangre.
Los ojos, marcados en rojo,
la mandíbula prieta,
la ira rauda recorriendo el cuerpo,
la rabia, suelta, recorriendo el alma.

Hoy hay otra tempestad que rompe
las débiles murallas que apenas
eran antes de ayer una promesa.
Burla el ceño la sonrisa,
el odio es hoy quién gobierna.

Joshua


Tiempo refulgente, seminuevo,
sombra ufana de rostros vacuos:
Cimbrea el talle cual quimera
en que los fatuos riscos orean.

Tríptico difuso, saltea pasquines
de viperinas sandeces conglomeradas
en quísticos enjambres bifásicos.

Resumiendo:
Cima de la estulticia,
todo en tierra es yermo.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Huecos

Queda del mundo una última vuelta
todavía que no se ha dado, una
mirada hacia los postreros equívocos
que se asientan sobre un lecho de naranjos
y vuelan de arriba adentro con lentas
palpitaciones que ya no son inteligibles.

Desde el borde en que se precipita la luz
hacia los amarillos recodos de los ríos
surge cómo por azar un canto indemne
que retoma sin saberlo trozos de espliego
rodante que destroza sin sabelo la lluvia.

Sobre los pies de arena, una estatua erguida
bajo el cobre inquieto de los siglos
rompe a llorar como un pedazo de hielo
donde el azul se confunde con el blanco,
y el blanco es siempre otra cosa.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Insurrección


En la breve distancia del mundo
se rezagan todavía los inviernos
para posarse con suave presteza
en unas manos que ya no existen.

Los brazos se abren, se ofrecen,
ayer habría corrido, sin dudarlo,
hacia ellos, abiertos los propios.
Hoy lo que hay es huida, silencio.

No se merecen los abrazos, no
se necesitan. Que reinen esta noche
el silencio, la soledad elegida,
la libertad de no deberse a nadie,
la certeza de no tener nada,
nada qe ofrecer, nada que recibir.
Nada,

Full metal hearth

Si hubiera un índice de palabras prohibidas
habría que añadir algunas, cada uno las que quiera.
Palabras que se escapan, que se huelen, que se susurran,
que se inventan, que nacen y crecen y ocupan
un espacio en el alma que no les pertenece
y hacen sangrar cada vez que se pronuncian.

Palabras que no se dijeron, o que se repetirán
tantas veces que perderán el sentido, palabras
que nunca debieron haberse dicho, que se dijeron
demasiadas veces. Palabras juzgadas, jugadas,
entrelazadas, entretenidas, estropeadas.

Las palabras que sobran, las que faltarán
justo en el momento impreciso o inestable
Las palabras que pesan tanto que nunca, nunca
se las llevará el viento.


jueves, 5 de noviembre de 2009

Del refranero popular

El futuro siempre llega tarde,
en el momento en que menos se necesita,
cómo si mirase oculto en una mesa
y se abalanzase mientras se sueña,
despavorido.

Luego, cómo al girar, sonríe
con el aliento pleno de posibles
y eructa inerme aquellas felicidades caducas
que ya no tienen distancia en que meterse.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

La otra opción es liarme a sillazos contra las ventanas

Me abofetean las nubes con zarpa de hueso
y no dejan
en su camino
más que rastro de sangre y ayeres
en que he de encogerme, bilioso, para no volcarme
en ese moho abyecto que pulula por el centro de mi pecho
y he dado en llamarle corazón,
cómo pude llamarlo
escoba o zíngaro.

De entre ese fango asoma,
allá en lo hondo,
una flor mustia y retrógada
perfumada en los afeites de un sin sentido
que goza ufano en sus altares
adorando sapos con espumas fluorescentes.
Le doy al hombre lo que es del hombre,
un buen montón de heces,
lo llamo palabra, o promesa,
y rabio hasta desangrarme contra aviones
que quedan estáticos para mirarme.

martes, 3 de noviembre de 2009

A cielo descubierto


Polvo en la habitación de los juguetes rotos:

Otro mañana que se escapa entre los pliegues.
Otra canción que se parte en seis pedazos.
Otro ayer estructuralmente infundado.

Otro agujero en que mirarse estúpido.
Otro paraíso ardiendo con urgencia.
Otra galaxia refundiéndose sin núcleo.

Quedamos tras la pausa un féretro y una nota.
Todo chirría cómo descarrilando.
Desde aquí, en lo alto,
se ve una casa.

Monster Compendium, Vol. II

Hace tres años hablé demasiado, y la cagué hasta el fondo.
Por ello, hace tres meses no dije nada, y la cagué más todavía, si cabe.
Ahora han pasado tres semanas y...

No mires a los ojos de la gente

No es eso, me digo,
no es eso.
Pero sé
que no es la primera vez
que me miento.
Sé, de hecho,
que me las jugado peores,
terribles,
que tengo mil razones
para no creerme,
que pocas veces he hecho
otra cosa que mentirme.
Y, sin embargo,
me juro, me prometo,
que no es eso.
Yo mismo no me creo.
Tengo pruebas,
tengo
un millón de pruebas de ello.
Y, sin embargo me digo
que no es eso,
que está vez
no será eso.

Pero...

Sin palabras

A veces, una imagen vale más que mil palabras,
una imagen más que mil razones,
más que mil excusas.

A veces, es mejor no hablar, o no haber hablado,
o no prometer lo ya no cumplido.
A veces quieres y no sabes.
A veces disculparse es lo de menos.
A veces el tiempo pasa y no ha pasado.
A veces uno olvida y no ha olvidado.
A veces uno sigue y no ha empezado.
A veces uno no es y ya ha sido.
A veces todo carece de lógica
y entre la niebla se adivina una salida.
Pero es mentira.
Todo es un juego en el que uno pierde por costumbre
y siempre apuesta todo.




Dicono che c'è un tempo per seminare
e uno che hai voglia ad aspettare
un tempo sognato che viene di notte
e un altro di giorno teso
come un lino a sventolare.

C'è un tempo negato e uno segreto
un tempo distante che è roba degli altri
un momento che era meglio partire
e quella volta che noi due era meglio parlarci.

C'è un tempo perfetto per fare silenzio
guardare il passaggio del sole d'estate
e saper raccontare ai nostri bambini quando
è l'ora muta delle fate.

C'è un giorno che ci siamo perduti
come smarrire un anello in un prato
e c'era tutto un programma futuro
che non abbiamo avverato.

È tempo che sfugge, niente paura
che prima o poi ci riprende
perché c'è tempo, c'è tempo c'è tempo, c'è tempo
per questo mare infinito di gente.

Dio, è proprio tanto che piove
e da un anno non torno
da mezz'ora sono qui arruffato
dentro una sala d'aspetto
di un tram che non viene
non essere gelosa di me
della mia vita
non essere gelosa di me
non essere mai gelosa di me.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Avignon


Como un ángel caído,
lejos del cielo,
mirando arriba,
sintiendo lejos.

Una vez, casi
tuve un deseo.
Yo lo tuve, yo
lo perdí.

Ahora camino
buscando una lámpara
buscando otro genio
que me dé esa dulce copa
que es la ausencia
del olvido.
Y recordar cuándo abrí las manos
para no volver a abrirlas.
Y recodar dónde fueron mis pasos
para no volver a ir.
Y esconderme de la nada
con la nada.
Y romper el silencio
con silencio.
Vivir sin saber hacerlo.
Una vez tuve un deseo.

En esta tarde gris


Mirando arriba y abajo, detrás y delante.
Recogiendo las semillas de lo sembrado,
los frutos podridos, los frutos prohibidos,
el segundero clavado en la garganta,
la lágrima flotando en la comisura de las manos.
Todo es hoy un gran tambor y no hay
manos ajenas extendidas, solo el atroz
suspiro eterno de una galaxia de perlas
que implota ya disuelto sobre cojines sucios
y los sayos, rasgasdos, invisibles
capean tormentas irresolutas con puño de seda
de un trienio insoportable.

Parche


Mundo ausencia.
La lluvia golpea sin brillo
las viejas rabias
contra hormigón sin alma.
Marcharon las arañas
que rehabilitan torturas
en edenes ajenos.
El principio del rédito
se suspende azul
y prácticamente cómico,
desplomado por mapas insalubres.
Es otro momento
y un púlsar muere hoy
azul cómo una rotura.
De vivir, el muro se alza y se hastía,
se suceden los siglos,
un oleaje,
la resaca aparta de la orilla
las manos inmunes a los cielos.