viernes, 30 de octubre de 2009

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana...

Ni recuerdo que año corría. Se organizó una marcha a nivel europeo contra el tratado de Maastrich, pidiendo una Europa más social y esas cosas que todavía se siguen pidiendo. Por azares de la vida... (y porque por aquellos entonces nos lo currábamos mucho), una puntual coalición de fuerzas progresistas a nivel local organizamos la estancia y pernocte de los y las participantes en la marcha en nuestra localidad.
Casualmente se representaba en el teatro municipal "Luces de Bohemia", pero esa es otra historia...

Se organizó una cena, barata, una recepción en el Ayuntamiento para que el equipo de gobierno se acordase de que en el nombre de su partido viene la palabra obrero, se homenajeó a un par de viejos sindicalistas, se leyó un auca y se representó una pequeña obrita de teatro... Las dos últimas, escritas por el que suscribe... O suscribiría, si firmase... El auca se perdió en los pozos insaciables del tiempo, y la obrita creía que también... Hasta que buscando otra cosa, apareció debajo de un pilón de papeles... Está basada, cómo no, en un cuento de Mario Benedetti cuyo nombre, ni el libro al que pertenece, no recuerdo. Intenté adaptarla, con mi parco conocimiento de las ideologías, a Europa, dado que el original hacía referencias a temas que nos resultaban ajenos... Así que, desde lo más profundo de mi oscuro pasado... (Y sin retocar)


(El OBRERO en el centro del escenario)

OBRERO: Soy un obrero, no sé si mañana seré un parado. ¿Quién me defenderá?

(Entra el SINDICALISTA)

SINDICALISTA: ¡Yo, que soy sindicalista!

OBRERO: ¿Tú, que te has olvidado de los obreros? (Se va. Entra el SOCIALDEMÓCRATA).

SINDICALISTA: Vaya, un socialdemócrata. ¡Te has vendido al capitalismo! (Se va. Entra el CRISTIANO DE BASE)

SOCIALDEMÓCRATA: Vosotros los cristianos, mucha teología de la liberación, pero seguís alienados por la religión. (Se va. Entra el ECOLOGISTA).

CRISTIANO: ¿Por qué los ecologistas dais más importancia a las flores que a los hombres? (Se va. Entra el PACIFISTA)

ECOLOGISTA: Los pacifistas no tenéis ni idea de lo salvajes que pueden llegar a ser los humanos (Se va. Entra el REPUBLICANO)

PACIFISTA: Vuestras repúblicas son defendidas por ejércitos. (Se va. Entra el SOCIALISTA)

REPUBLICANO: El estado socialista es imposible. La república es posible. (Se va. Entra el COMUNISTA)

SOCIALISTA: La dictadura del proletariado que predicáis los comunistas es un fascimo disimulado. (Se va. Entra el TROSKISTA)

COMUNISTA: Eso de la revolución permanente no se lo cree nadie, troskista. (Se va. Entra el ANARQUISTA)

TROSKISTA: Los anarquistas no habéis hecho jamás una revolución decente. (Se va. Entra el OBRERO).

ANARQUISTA: Los obreros habéis perdido vuestro espíritu combativo. (Se va. Entran el CAPITALISTA y el SOLDADO)

CAPITALISTA: ¡Obrero, quiero sentarme, que soy yo el que te pago! (El OBRERO se pone a cuatro patas. El CAPITALISTA se sienta sobre él) ¡Soldado!, tráeme a los subversivos, que soy yo el que te paga!

(El SOLDADO sale y vuelve encañonando al resto de personajes, que llevan las manos en alto)

CAPITALISTA: ¡Carguen!¡Apunten!¡Fuego!

(El SOLDADO les va disparando uno a uno. Antes de caer, cada personaje grita): ¡Libertad!

(El CAPITALISTA se levanta y mira orgulloso los cadáveres)

CAPITALISTA: ¡Muy bien soldado!¡Toma unas migajas!

(El CAPITALISTA hace ademán de dar algo al SOLDADO, pero cuándo éste se acerca, retira la mano y se va, carcajeándose. El SOLDADO mira los cadáveres, mira al OBRERO, mira el lugar por dónde salió el CAPITALISTA, se enconge de hombros y sale.)

(El OBRERO se levanta)

OBRERO: ¡Soy un obrero!¿Quién me ampara? (Se acerca al SINDICALISTA, lo reanima, lo ayuda a levantarse)

OBRERO: Siempre has marchado junto a mí. (Se va. El SINDICALISTA reanima al SOCIALDEMÓCRATA)

SINDICALISTA: Pretendías suavizar un poco a los capitalistas. (Se va. El SOCIALDEMÓCRATA reanima al CRISTIANO)

SOCIALDEMÓCRATA: Cristo era claramente progresita. (Se va. El CRISTIANO reanima al ECOLOGISTA)

CRISTIANO: Todos necesitamos árboles para respirar. (Se va. El ECOLOGISTA reanima al PACIFISTA)

ECOLOGISTA: Sin ejércitos no habría guerras. (Se va. El PACIFISTA reanima al REPUBLICANO)

PACIFISTA: En la República se puede vivir en paz. (Se va. El REPUBLUCANO reanima al SOCIALISTA)

REPUBLICANO: El estado socialista es una profundización de la república. (Se va. El SOCIALISTA reanima al COMUNISTA)

SOCIALISTA: Socialismo y comunismo son hijos del mismo padre. (Se va. El COMUNISTA reanima a TROSKISTA)

COMUNISTA: Sería bonita una revolución permanente. (Se va. El TROSKISTA reanima al ANARQUISTA)

TROSKISTA: ¿Sabes que yo también soy un enamorado de la libertad? (Se va. Entra el OBRERO)

ANARQUISTA: Nosotros luchamos para defenderte, porque somos tú. (Se va. Entran el CAPITALISTA y el SOLDADO)

CAPITALISTA: ¡Obrero, quiero sentarme, que soy yo el que te paga!

(El OBRERO cruza los brazos y niega con la cabeza)

CAPITALISTA: ¡Ya te han comido la cabeza los subversivos!¡Soldado, traémelos, que soy yo el que te paga!

(El SOLDADO va a salir, pero los personajes entran juntos, decididos. El OBRERO se une a ellos. El SOLDADO queda entre ellos y el CAPITALISTA, indeciso)

¡Soldado!¡Carguen!¡Apunten!

(El SOLDADO apunta a los PERSONAJES)

PERSONAJES (al unísono, levantando el puño): ¡Libertad!

(El SOLDADO apunta al CAPITALISTA)

CAPITALISTA (con tono de excusa): Ésto... Yo... Como el obrero se callaba... Como el soldado me protegía... Como todos estábais peleados... Yo.... (se va corriendo)

(Los PERSONAJES celebran el hecho. El SOLDADO los mira, mira el lugar por dónde se fue el CAPITALISTA. Mira su arma. La tira, y se dirige, con los brazos abiertos, a los PERSONAJES).

OSCURIDAD




Es muy, muy difícil definir una ideología en una línea... Ni que decir tiene que la obra fue un desastre... La preparamos medio borrachos la noche anterior... La gente olvidaba cuál era su papel, detrás de quién tenía que entrar... Qué tenía que decir... El autor/director estaba que se/me subía por las paredes... Pero lo pasamos estupendamente bien... Y estuve en cuatro manifestaciones seguidas, que siempre llena el espíritu...

Por lo demás... La izquierda sigue machacándose, sigue habiendo guerras, el planeta se sigue yendo a tomar por saco, los obreros siguen sin moverse, los sindicatos, ignorándolos, la precariedad ha sido sustituida por el paro, el tratado de Maastrich se aprobó y los socialdemócratas votaron hace poco un presidente de la comisión neoliberal declarado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario