martes, 26 de octubre de 2010

Tengo que compartirlo...



El odio

Pero al final, Fújur y Atreyu se dieron de bruces contra un muro invisible, que no era la nada, porque era algo, un muro brutal que no podían pasar y en el que siquiera aquellas representaciones de cerámica tenían cabida, aunque en contadas veces, lo intentaban.

Porque allí estaban los límites de Fantasía, pero habían dejado tantas veces esas otras historias para otras ocasiones.

Habían recorrido muchas regiones, muchas llenas de sol y fruta, muchas llenas de noche y niebla, muchas llenas de paraísos prometidos y muchas de infiernos perdidos...

Pero allí estaba ese muro invisible, esa inabarcabilidad infinita cuyos cielos no podrían surcar.

Allí estaba la realidad.

Y lloraron hasta que sangraron sus ojos, y ya nunca, nunca, dejaron de sangrar.

lunes, 18 de octubre de 2010

Dinamarca

Será que la ponzoña de los días
ya no es cadencia si no tributo
y es el sueño y no el juego
quien victorioso se está alzando
en la perenne inutilidad
de los fastos silenciosos del antaño indeseable.

Y, como una sola roca, las tormentas
gorjean al amanecer  sus nebulosas amarillas
sin atisbo de redención entre las manos.

Ebrios de memoria, los azules arácnidos
imposibilitan los trenes y los parques
donde buscar un primer refugio
que viaje al vaivén de lo efímero
y sobrevenga con la repentina fluidez de lo evidente.

Deviene el porvenir un único entonces
y con ráfagas inslultantes se agosta
en la pérdida definitiva y estridente
que ahorra eventos entre ataúdes.

miércoles, 13 de octubre de 2010

El Síndrome Belén Esteban

Esta carta abierta circula por diversos blogs, redes sociales y tal. Dado que me resulta bastante interesante, la comparto.

Como profesora, las preguntas de los alumnos que más me cuesta responder convincentemente son sobre porqué hay que estudiar cosas que a ellos les parecen inútiles o absurdas, como la Historia o la Geografía. Yo tengo claro qué me aportan a mí, pero de todas las razones que hay para estudiar estas cosas, yo les hago hincapié en lo necesarias que son estas disciplinas para comprender el mundo en el que viven: las coordenadas de espacio y tiempo, que al fin y al cabo son las que tratan la Geografía y la Historia , nos ayudan a conocer el sitio que ocupamos en el mundo y a comprender de dónde vienen todas nuestras realidades. Que todo eso les puede parecer ajeno y absurdo, pero que muchas de las cosas que estudian tienen que ver con su vida real y que, quieran o no, les afectan.




Por ejemplo, ¿quieres saber por qué tienes a tu lado a un compañero que viene de Ecuador? ¿por qué habla el mismo idioma que tú? ¿quieres entender por qué un señor, por nacer con el apellido Borbón, va a ser “rey” y el Estado Español le va a dar mucha pasta (que vendrá de los impuestos que tú pagues de mayor)? ¿por qué lo que digan unos señores europeos en Bruselas va a repercutir - y mucho - en tu vida? Todo eso es geografía. Todo eso es Historia.



Algunos entienden qué quiero decir, otros no. Yo no llevo mal las preguntas, las protestas… son críos. Es normal. Donde me desarman del todo y me dejan sin respuestas es cuando me dicen que todo eso les da igual. Que para qué quieren saber dónde está Marruecos, si no van a ir nunca. Para qué conocer el tipo de elecciones que hay en España, si ellos no tienen la intención de votar jamás. Que les resbala que haya una guerra en Irak, que media África se esté muriendo de hambre o que la Unión Europea diga “bla”. Si ni siquiera les interesa eso, imaginaos lo complicado que me resulta hacer que se interesen por lo que hacían señores de hace cinco siglos, por muy apasionante que yo intente pintarlo.



Y, lo que llevo peor con diferencia, es esa actitud de orgullo con el que exhiben su ignorancia y su cortedad de miras. Esa actitud de “no sirve para nada, no me interesa. Eso que cuentas y a lo que dedicas tu vida es una mierda. Yo quiero jugar a la Play / irme de compras al Centro Comercial y ya”. La tienen conmigo, que enseño Historia, pero también que los profes de lengua, de biología, de matemáticas. El desprecio por los libros, por el Arte, por la Cultura , por las Ciencias… no es algo tan raro, y puede conmigo.



Últimamente esa actitud está más de moda que nunca. Tenemos una perfecta encarnación en la dichosa Belén Esteban, que no sabe nada, no quiere saber nada y se jacta de ello. La mala educación, la zafiedad y la ignorancia puestos en un pedestal día tras día. Todo el mundo la aplaude porque ella es “auténtica” (signifique lo que signifique eso). Conozco a mucha gente a la que le gusta ver a la Esteban y es curioso, porque hay toda clase de personas entre su público. Entre ellos, los que más me llaman la atención son dos tipos: la gente que tiene (o cree que tiene) más educación que ella y la ve como un divertimento, incluso algunos como un consuelo (yo soy mejor que ella), o los que son como ella, que han visto como la ignorancia y la mala educación también te pueden hacer triunfar en la vida y que hay que sentirse orgulloso de ello. Eso me da miedo: que se extienda y que sirva de ejemplo a más bobos, que opinen que el no saber nada es estupendo. Que el presumir de ser zafio e inculto se convierta en políticamente correcto y sea bien visto.
 
“Eh, que yo no quiero ayuda de nadie, que no necesito ayuda, leche” dice la Esteban en un momento de estos cuatro minutos de despropósitos. “Como yo no he pillado esa revolución -la industrial- tres narices me importa“- un argumento que podría haber empleado uno de mis peores alumnos.


En fin… lo grande es que estoy convencida de que la mayor parte del público (y muchos de los de las mesas) no tenían ni idea de que la chica estaba metiendo la zarpa hasta el fondo y más allá y reían y aplaudían porque lo decía el regidor.



Entendedme: yo no critico a la gente que no sabe. Yo no sé mucho de tantísimas cosas… tampoco creo que tenga que ser motivo de vergüenza el no haber estudiado, el no hablar correctamente o el tener lagunas de conocimiento. Lo que me revienta es la actitud contraria, la exhibición con orgullo de la ignorancia y el menosprecio a cualquier cosa que huela a sapiencia. Me duele el desprecio a la educación, en todos sus sentidos. Me duele… y me da una pena que me muero.
 

Mil maneras

Y de este oficio tan imberbe
vuelve al paso la firmeza
con ansia terrible y hambre difusa
para destronar hogaños de pausa fiera.

Extramuros gorjean fieles culebras
que caminaron sobre nebulosas de esmeralda
enredándose con albarcas profundas y cansinas,
casi vitoreando a contratiempo lluvias ajenas.

Empero a rebufo se distorsiona
el cónclave entregado a su abandono
y retoñan flácidas las orugas de las puertas
donde la gloria duerme, y también la nada.

jueves, 23 de septiembre de 2010

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Desde cuándo

Los sátrapas todavía sestean indómitos
en el mugriento recodo de los pianos
con la frente indómita y podrida
del esquivo enrojecer de las montañas
y la fugaz manera de resubirse a las esquirlas.

Mañana ajena a otros universos, o bandidos
amparados por la urgencia de lo prístino,
todo es el mismo revólver sin sextercios,
el mismo claudicar ante los arcángeles,
y demorar mil galaxias en trincheras.

Hoy reubica el sinsentido su clandestinidad
que rabia entre cánticos y buceos
la infamia de las evidencias insondables.

Cerbatanas amarillas se arremolinan en el prado:
Hoy seduce el reloj las páginas enfermas
y se acaba el principio al comienzo de otra nada.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Napalm

Qué tiempo
qué noche
qué trazo
qué piedra
qué instante
qué rasguño
qué aplauso
qué infame
qué profundo
qué avispero
qué fatal.

Ni un minuto
ni un suspiro
ni un sargazo
ni un abrigo
ni un ahínco
ni un vacío.

No más nubes
no más lunes
no más láminas
no más fusiles
no más tímpanos
no más cavernas.

Y desde este río
y desde este fuego
y desde este amarillo
y desde este amago.

Un poco
un valle
un naúfrago.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Sobreviví

Y no quiero decir que haya pasado el verano y vuelva a andar por aquí, ya de vuelta a la rutina.
Quiero decir que sobreviví, que estoy vivo, tal vez por suerte, o por casualidad, o porque las leyes de la física impidieron, o favorecieron, cualquier otro resultado.
La historia es sencilla: El camino hecho mil veces, un poco de lluvia y de repente yo intentando manejar un volante que poquito antes había dejado de controlar. Ni siquiera estaba de vacaciones. Ni siquiera era fin de semana.

Y no pasó nada.
O casi nada, que no es lo mismo, pero es igual.

Obviamente, el coche está en el taller.
Obviamente, yo renqueo un poquito.

Pero no pasó nada. Apenas si molesté a nadie. El coche arrancó, yo respiraba.
Llegué a mi destino.
Y ya está. Todo sigue.
Y ya está.

domingo, 1 de agosto de 2010

¡Vacaciones!

Pues eso, que me tomo unas vacaciones, cómo ya habréis podido adivinar...
¡Pero me volveréis a tener por aquí!


martes, 27 de julio de 2010

Vaya

Lo que fue, lo que será
paseando entre lamentos
se destrozan mutuamente
con espúreos errores
y momentos que eternizan
la agonía de los instantes.

Entre las manos, el aire
corriendo infinito hacia la nada
como el polvo de dónde viene,
como el polvo a dónde va.

A veces derrota el silencio un instante,
el vago cemento de una falsa escultura,
la certera huida de la noche perenne...

Pero los ventanales solo son espejos
y las puertas ni se entrecortan ni se entretienen
a golpes como las calles olvidadas.

Y ya que amanece cada vez más temprano,
y el ansia ya no camina, qué duro es entregarse
al sueño irreparable de los tiempos
donde navegar y romperse desde nunca.

viernes, 23 de julio de 2010

Primera

Enrojenciendo la vida en el catastro de azahares,
se redime la silente brusquedad con vaticinios azabache
que adhieren ferales hormigueros a los andenes neblinosos
por donde corrieron flamígeros vilipendios tan supcetibles.

Ninguneando como las veleidades más obstructivas,
férreo micromomento desvanecido en los futuribles,
fusiles despavoridos se autoinculcan inexperiencias.

Cotorras confusas en hábitos precisos,
se agolpan bajo catacumbas alienígenas
y surgen formas de rasguños sobre el asfalto.
Todo es azul profundo, amarillo piedra.

jueves, 22 de julio de 2010

Fareros

Aquí, como si fuera una ucronía,
abduciendo instantes.
Sí.
Sí.

Queda ya lejos el granizo.
Pura piedra ante los huecos.
Claro.
Claro.

Arropando el destino inconcluso,
vidrio ennegrecido ante el silencio.
Ya.
Ya.

En qué momento,
por qué ahora.
Pero.
Pero.

Suena el fuego sin palabras,
juegos de hogaño iridiscentes.
Y no.
Y no.

martes, 20 de julio de 2010

Back in black

Piedra sobre piedra,
esta ventana se está rompiendo,
ya apenas entra cielo o madrugada.

Las puertas se rasgan,
viene el hielo atronador,
buscando humaredas y presagios.

Cancelando brillos entre esparto,
acumulando vicisitudes e improperios,
caminos prietos de amarillo y nada.

Un día, un segundo, una duda,
remendando futuros, justificando agujas,
bailar en un mar de otros antaños.

Hogar donde doblan las campanas,
ramas secas y viento insolvente,
retumbar de horas muertas galopando.

Líneas a mil partes, veranos sutiles
para invadir desiertos y virtudes,
calma entre tormentas, truenos atardeciendo.

miércoles, 30 de junio de 2010

Olmos a contraluz

Hay aluvión de llaves esta noche,
una infecta maraña de fastidios
que llegan desde puentes
rigurosamente vigilados por viejos conocidos.

Azares claroscuros se cruzan en sus pasos,
viene la nada con tiempo preciso
acallando bocas y tramas inútiles.

Pueblan caminos ya los cadáveres
que acumulan polvo entre los labios
y el dorado del mar se reconduce
al lugar imposible del orgullo.

martes, 29 de junio de 2010

1945

Un segundo, un instante, nada,
corre en dirección vecina un relámpago.

Un sillón, una puerta, una voz,
viento batiendo algunas ventanas.

Murmullo de camas rotas, cúmulo de cristales.
¿Dónde fue este momento, dónde?

Roto el tiempo en tres partes, insurgencia indebida,
golpe de arena entre los dientes, llanto primigenio.

Rumbro repentino, rechinar de fauces,
escombrera rutilante que se reclama.

Pasos adelante, hojas deshechas,
cantos flamígeros que se agostan.

Conclusión rampante: Lluvia esquiva
que amanece justo un después más tarde.

sábado, 26 de junio de 2010

Corazón de mudanza (y II)

Pero no es el hogar,
si no una puerta,
o una llave,
el camino indispensable e indiferente,
la azul marca de los años
que abofetea los teléfonos con mano inerme.

No lo es, no.

No es lo que espera
lánguidamente la boca soñada,
los ojos distantes,
el regreso a ninguna parte.

No lo es, no.

Solo cajas y futuros.
Preguntas y más preguntas.
Otro mañana a desperdiciar,
otros tiempos.

domingo, 20 de junio de 2010

Epic fail

Este odio que no es odio,
esta rabia que no es rabia,
esta nada que no es nada,
este tiempo que no es tiempo.

Soy el reflejo de una sombra,
el hueco de un vacío,
el hálito de un suspiro,
la cáscara de una piel.

Una puerta sin vano,
una ventana sin cristales,
una incerteza improbable,
una colección ingente
de estupideces y falacias,
de paraísos desiertos,
de promesas perdidas,
de dudas y más dudas.

Y ese eterno retorno a los orígenes
a la ausencia de un afuera,
al estruendo de cristales,
a los muros y las burbujas.

Y este construir posibilidades,
empujar futuros,
albergar amaneceres,
perseguir horizontes.

Y este robar océanos,
surcar raíles,
arrancar mañanas,


Y no saber y sin saber hacer,
y romperse y romperse,
e invertarse y reinvertarse,
creer, crecer, ser al menos
un eco de un susurro,
un hilo en un laberinto,
polvo, agua, barro, carne.
Algo.


viernes, 18 de junio de 2010

Relativamente lejos

Hoy el olor de los días perdidos,
es rastro infame que golpea los ojos
cuando se entrecortan en algún acierto.

Sigue el tiempo destrozando afrentas,
donde lo dulce fue otra herida
y la espera una utopía.

Una última llamarada en el bolsillo
juguetea con los eones y las piedras:
el amargo vivir de la victoria.

Allá en el cielo las mareas
arrojan sedales a pies sin huella
y se revuelve otra vez el infinito.

Se han perdido tantas carreteras
que ya carece de ser el invierno.
Pero la lluvia sigue entre ramas podridas.

Días azules

Punto de ebullición en la distancia,
la cruel frontera que lleva y trae
el cantar amargo de otras ciudades
en que el trigo se balanceará por los costados
y las respuestas serán insípidas e inmediatas.

Rotura de cables a contratiempo,
la madrugada sin fin que no olvida huracanes
que arrastran raíles y relámpagos
reflejados en los restos de un cristal prístino
arrancado de la pupila obtusa de los años.

Trágica transcendencia, entonces,
la de la cuesta que se retuerce entre las manos,
cóncava caverna de hilos entrecortados,
que se bifurcan desde la naúsea hasta la nada,
desde la nada hasta la tumba.

Y con un final rodado entre tinieblas,
se desvanece el terror tan esférico y tan villano
a que una o dos galaxias no comprendan
que existir es solo un suspiro entre océanos
y los sinónimos son cada vez más pequeños.

La turbia mirada no oscurece
ni relaja el fuego.
Todo silencio todavía,
todo tan lejos.

miércoles, 16 de junio de 2010

Kursk

Si no parase este futuro,
este grito, este desgarro,
si no acabasen galaxias y colores
en un único éxtasis infinito,
si de este pedazo no hubiese más,
si de esta corola no hubiese menos.

Si quedase un último paso,
si viniese una primera puerta,
si apareciesen otras estrellas,
si se demoliese el camino,
si estallasen dos o tres puentes,
si no quedasen flores ni primaveras.

Si se callase el infierno,
si se detuviese el ayer,
si el todo se ausentase,
si se desvaneciera el aire,
si fuese algo que no fuere,
si el si fuese un simple sí,
si tanto, si todo, si algo.
Si...


lunes, 14 de junio de 2010

Escaparates

Soy lo que soy,
piedra, no roca,
aire, no viento,
mar, no océano,
incendio, no llama,
vacío, no nada.

Tengo lo que tengo:
Hambre sin fin,
sueño sin fin,
todo sin fin,
menos un fin
y un montón de excusas
para seguir amaneciendo.

Vivo con lo puesto:
Un cuerpo,
algunos sentidos,
una mente o algo parecido,
muchos, muchos prejuicios,
y un mundo ahí fuera.

Y así avanzo,
a saltos,
dos atrás, uno adelante,
dos adelante, uno atrás.
Un tropiezo,
un tropiezo,
un tropiezo.

Ruido, no música,
chillido, no trueno,
ni senda ni sendero,
silencios y más silencios,
todo espinas en el tallo
y, al final del tallo,
más espinas todavía.

Y todo tejido
con palabras y más palabras,
con promesas y más promesas,
con ausencias y más ausencias.

Y todo aferrado a cualquier cosa,
a un juego sin sentido ni reglas,
a perder todo en un momento,
a continuar hacia adelante
por continuar hacia adelante,
a no saber ni poder imaginar,
a creer únicamente en que más allá de todo ésto...
al más horrible de los latigazos,
al más imposible de los perdones,
al más distante de los cielos,
a la más dolorosa de las paces.

sábado, 12 de junio de 2010

Las siete diferencias

Se amanece con el horror de la certeza,
se busca una razón,
se encoge
el sentido,
se aprietan los labios,
se aprietan las manos,
se acaba el horizonte.

Escombros sobre escombros,
ruinas de ruinas,
ramaje desarbolado por el viento,
escarcha en las flores,
muñones al viento.

Un retrato ya caduco,
mil besos no prometidos,
un todavía que ni se acerca,
un quizás que ya no existe,
un adiós que aún queda.


Savia en otras palabras,
terror ínfimo,
un piano rosa o amarillo,
mil millones de nadas.

¿Qué camino viene entonces?
¿Qué respuestas mal formuladas?
¿Qué brecha, qué rotura?
¿Qué viaje se ha perdido?
¿Qué principio de ninguna parte
sacude los pilares del vacío?
¿Qué misterio se desvanece?
¿Qué vasos ya no se rompen?


viernes, 11 de junio de 2010

Lillith camina conmigo

Ya se sabe, la vida en las trincheras:
Sangre, sudor, muerte.
Todo truncado, apiñándose
entre barro y angustia,
sobre huesos y ratas.

El amargo olor de los cadáveres,
los ojos vacíos de esperanza,
los muñones estirados al viento,
las vísceras a cada esquina,
la muerte a cada paso,
el rechinar continuo del ansia,
el doblar cetrino de campanas.

jueves, 10 de junio de 2010

Cuchillas

Roca en el espejo,
huestes mugrientas
pastillas para no esperar,
y la dulce certeza de lo lejano
embebido en cristales rotos.

Puño y runa, hacha que camina,
suave gorjeo arrancado al musgo,
extraños mundos frente a frente,
crecidos entre agostos y promesas.

Cadencia arrebatada a la farándula,
caricia entre establos y suturas,
nardo inerte como una colina.

Trigales de antaño en vericuetos oscuros,
portones caídos, cementerios
y la niebla posible como excusa,
nacida de la luz y de los hielos.

Razón de beber en entretiempo,
pálpito incólume de tan insano,
llovizna perenne a mediodía.

Carreteras a todas las salidas,
árboles sin halo ni consuelo,
callos deshojados en el alma,
puñado de viento, de sange, de nada.

miércoles, 9 de junio de 2010

Fiestas de guardar

Mariannes de hielo y búsqueda,
puertas entrelazadas entre estrellas y caminos,
brechas silenciosas de espejos maleables,
labios, llamas, trozos, nada.

Un sol inabarcable que se rasga,
un mutismo interminable que persiste
en la sutil fragua de otros gestos,
en la profunda muerte de los ojos.

Abismos secuestrados por los siglos de los siglos,
funambulistas entre sábados y rinocerontes,
entre cadenas y calefactores de saldo,
entre la más inútil de las primaveras.

Tragedia en los dípticos y en las alocuciones,
todo es febril por mil instantes,
la mano llueve con aceros comedidos,
la espalda cae sobre rabias malolientes.

martes, 8 de junio de 2010

Happy Birthday





Alma entera

Y desde este lado de la calle voy mirando
como gotean ladrillos desde las botellas:
almas rotas que se abrazan a los sueños
y duermen el temblar efímero de aquel momento
roto contra ventanales de lluvia y vaho.

Y desde estos caminos siempre todavía,
lanzo hacia adelante dudas y otros prejuicios,
como las semillas aquellas malditas mil veces,
hiel en el vientre y sangre en el tiempo,
siempre losas que ciegan muros y cenagales.

Con paso raudo pero sencillo, bordeo
el fustigar sutil de las cataratas sobre  el pecho,
la burda poética del archísilabo incorrecto,
el apretar cansino de pulsos y relámpagos
que se entretienen en verjas ajenas como rayos.

Hoy sin maullidos ni retratos,
abierto el horizonte, el todo siempre oscuro,
calzo el fin como trinchera,
rompo pasillos entre los pasos,
amanezco presente aunque se marche
cada pequeño hálito de mi cintura
hacia aquel otro cercano milímetro
de abetos y suspiros,
de mares a rayas y caídas,
de lunas e imprecisiones,
de posos eléctricos en un terrible gesto.

lunes, 7 de junio de 2010

Desembarco en la zona cero

Quedan cienos ente la plateada
mancha que dejan los avernos posibles,
una postrera sombra que ni endulza ni vacía,
y el camino entretejido es resto de mil galaxias
que azules deconstruyen las simas
donde ahondan ojos y rebufos.

Campeones de hígado difuso
dan al aire su justa infamia,
el revuelo fluorizado de una noche amarilla
que ordeña aquellas flores de osos y trincheras
con la risa tenue del pasado insigne
o de la marabunta que se sonroja ante mil elefantes.

Circunspectos, ufanos, se arremolinan
los gayos extraños entre almíbar y trabucos
para difundir a los mil infiernos el nombre del pecador y del pecado.
Contubernio absoluto de ogros y procedimientos,
el arreglo infestado es ajeno al infinito
y la sombra ya no es viento entre los párpados.

jueves, 3 de junio de 2010

Más jaquecas

No cesa este silencio ni ese ruido,
no hay sombra donde cobijar el alma
ni rincón en que acurrucar el olvido.
Solo el constante resonar del polvo y de la nada.

No acude este sol aunque lo llame
ni arde este fuego aunque lo prenda.
No se calma este pensar aunque lo mime
ni se detiene este llorar aunque lo quiera.

No delira este mar aunque lo sueñe,
no se rompe este muro aunque lo viva.
No aguanta este instante ni se mueven
este dolor, esta lágrima, esta herida.

lunes, 31 de mayo de 2010

Italia

Lacera el mundo de arriba abajo
el doloroso maullido de la negra luna
con su mano de escarcha y su sol arrancado.

El camino se desmembra y se desnuda,
vuelve el rostro a desasirse
entre la ajena rabia de los años.

Y entre las nubes sin estrellas,
o el mar que arrecia contra el espino
un rato se pierde entre futuros.

Con la lluvia se trocea hacia otras sonrisas
la fulgurante vacuidad de los terrones
y la silenciosa oscuridad de los andenes

Piedra sobre piedra, al amarillo
le gotea tinta difusa por los ojos:
Canto definitivo en que la vida se escapa.

Ya no es tiempo de presagios,
solo de ramajes y quehaceres,
solo de nuevas naves para nuevos naufragios.

sábado, 29 de mayo de 2010

La victoria pírrica es la más amarga derrota

Y del estío en que la lluvia fue destierro
y las ramas se preñaron de sangre sin susurros,
de óxido entre medallas de cartón piedra
y aquello otros eones se fundieron
en el constante vacío del alma
queda
una llamarada rota,
un despliegue de fanfarrias
y un vaso a medio existir,
sin camino hacia el establo
o con las amarga veleidad
de un incierto ayer
en que se retuercen los errores.

Hoy amanece aún un sol gélido,
ocaso casi retornado que apila en sus bolsillos
el temible polvo atragantado
y el paso vacilante de delfines y torpezas,
amamantando con puños y labios
el sinsentido fraudulento de lo cotidiano.

Pero destronada la pureza
del primer o último verbo
y quemados jornadas y siglos,
se enrojece por espasmos este averno
donde la luz es muerte
y los perros canibalizan el horizonte
donde vigilarán maltrechos nombres sin alma
y lívidos caballos con fusta de cieno.

jueves, 27 de mayo de 2010

Cabalgata

Desde esta nube sin banderas
donde corren las utopías hacia su muerte
navajean lo estertores de negros vaivenes
en que el lánguido esputo de los años termina
y de un viento inoperante en que se anclan
las primaveras de paso,
entre orientes sin arraigo
y nortes que renquean
la cruel faz de un espejo amarillo y negro.

Alzar las manos un suspiro,
romper a miles los volcanes,
llamar a llantos como zurdos,
beber el trazo de los siglos
con el aura inabarcable de un tormento.

Impasible el muro en sus entrañas,
el callejón mantiene sus antiguos ecos
y desde los altos caminos se reclaman los cadáveres
que se arremolinan en torno a botellas y recuadros,
inmunes al goteo pertinente de los siglos.

Lápidas entre las manos,
el milímetro de más allá se hacina ocioso
en las lucrativas espaldas del olvido
y llama la sangre a la tierra:
Todo es círculo otra vez
y el océano se deshace ante sus tristezas.

martes, 25 de mayo de 2010

Flying cats

Y arrancado el silencio de estas lluvias
permanece lo oculto entre los soles,
la vacua certeza de un eterno responso
hacia la premura dispersa de los días.

Clavos frente a clavos vacilando
al leve despertar de los arbitrios
que sonrojan imbéciles la madrugada.

No hay nubes en este desierto tan impune,
ni espina que no pronuncie los diptongos presentes:
una carrera a destiempo contra lo impreciso
que hace estallar sus viandas para reinventarse
y resplandecer más allá del verbo.

Pero no todo es relámpago o eclipse, queda
el coletazo prístino de los bosques
que alargan sus sombras sobre los diamantes
y rescatan del altar astros profanados
por rostros impasibles de juegos enfermizos.

Y el retronar ausente de los sueños,
y el mar presente de la pura irracionalidad,
los oscuros retrocesos entre delfines,
la amarga sed de la victoria,
el infalible advenimiento del ocaso.

lunes, 24 de mayo de 2010

Un cierto suspiro

Cúspide o silencio, primer sentido
en que acudo raudo en busca del crepúsculo,
trenes definitivos entre parques ausentes
o la vana terquedad de la permanencia pese a todo.

Con fines explícitos se reclaman los penúltimos hados
que revuelven en su sino un mar de llagas y penínsulas
y arranco con la premura inocente de un galeote nocturno
las islas confiscadas hacia valles delirantes.

Una lanza entre ceja y labio, una frente
que sonríe al mar y a la victoria.
En este campo se siembran los azares,
las semillas rotas se perpetúan por los rincones
y el polvo ni las mella ni las zurce.

domingo, 23 de mayo de 2010

Mitin en el ático.

Cuanto quede del cielo
cogido en una mano
y lanzado contra el suelo.
Cuanto quede.

Donde llegue este invierno
roto en tres pedazos
y siempre perdido o perdiendo.
Donde llegue.

Como suene este deshielo
cosido entre unos extraños
y tan maldito como un sueño.
Como suene.

viernes, 21 de mayo de 2010

Otra vez

Alzados el pendón
imbatible del fracaso,
el paseo invernal
tendiendo al infinito,
el sol que arrastra los trenes,
las oscuras aves que tañen
compases de hiel con sus patrañas,
el río, la llama, el éter
dibujan andenes con memoria
y pánicos apuñalados por el hombro,
rozando caminos concurridos
y lugares abrasados por búhos y salamandras.

Con un hiato de fuego y rasgos
brutales de amarillento atardecer
las últimas palabras son siempre una huida
y la firme mentira de no más promesas
o el terrible deseo de abarcar cinco instantes.

Fragua
en que se apilan los andares
y los mustios retablos de constructos irrompibles.
En una mano, la lluvia eterna,
en la otra, el corazón cerrado.

Corpore insepulto

Barreras en línea, aferradas
al lento caminar de los pasados,
dilatando esperanzas
con el suave candor de los navegantes
que relatan hallazgos en costas ajenas.

Corriendo con el velo indecente
del propósito de enmienda,
las voces que clamaron el cese
de la paz inmediata ahora
lagrimean su nombre entre escarcha,
y el barro de los días es un lecho
al que se asoma la fugacidad de los árboles
y la perenne irrealidad del espejo
que mira en dirección opuesta.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Daño por segundo

Y de un segundo a esta parte
cuando el desgarro se cimbrea,
llueven lápidas con nombres vanos,
como si el tiempo fuese la otra piedra
y el añil tan solo un recoveco más en la autopista.

Renuentes las palabras, las losas
apilan fantasmas sobre vértebras ufanas
y el rabiar minúsculo de aquel bucle
compone sin verbos estrellas distantes
donde no habrá fidedignos temblores
o la estúpida victoria de un león rampante.

Aquí se difuminan
las inevitables presencias que golpean
sus alas momentáneas contra los pilares profundos
y las recientes llagas mortifican
el habla inaudible de las roturas
apiñadas en cafeterías impronunciables.

Sobre todo, un mástil
que ondea los últimos minutos de un retablo
en que mano y hambre fueron niñas
jugando a ser linces en el desierto de los nombres.

viernes, 14 de mayo de 2010

Entre cortinas

Tristes trazos,
manos rotas,
negros labios,
otros tangos,
turbios pasos.

Última parada,
todo tan raudo,
esquina en flor abierta,
los pájaros, los pájaros.

En qué momento la garganta,
en qué momento los brazos.
Escarcha en los bolsillos,
lluvias ahí enfrente.

Sonríe el alba ya completa,
el vagón que viene de lo hondo,
la amarga miel de la victoria.

¿Qué fue del aquel ahora?
¿Qué del sí y de la nada?
No hay más silbos anudados,
o fronteras entre árboles.

Desde el multiverso tan redondo,
el ínfimo goteo de los mares.
Todo herida, todo prevalece.

jueves, 13 de mayo de 2010

Hay motivos, hay huelga general

Ante las medidas de abierto perfil antisocial que el Gobierno español aprobará en el Consejo de Ministros del próximo viernes 21 de mayo, los/as trabajadores/as de toda clase que vamos a ver recortados nuestros derechos laborales hacemos un llamamiento a la sociedad española en su conjunto para que transforme su descontento con estas medidas en una respuesta contundente al Gobierno en forma de huelga general, para la que consideramos que existen motivos más que suficientes:

- el derecho al trabajo, recogido en la Constitución española, está siendo negado actualmente a un número total de 5.558.111 personas (datos del mes de abril del Ministerio de Trabajo);

- ninguna de las medidas impuestas por el Gobierno español van encaminadas a la creación de empleo ni a la mejora de las condiciones laborales de las/os trabajadoras/es;

- la drástica reducción en la oferta de empleo público no obedece a ningún objetivo de convergencia europea, pues el porcentaje de empleo público en el Estado español es del 9,5%, tan sólo superior al de Austria, Italia y Portugal, y muy por debajo del 21% de Suecia;

- la disminución de un 5% este año, y la posterior congelación, del sueldo de los funcionarios incumple unilateralmente el Acuerdo para la Función Pública 2010-2012, firmado por el Gobierno y los sindicatos UGT, CC.OO. y CSI-CSIF que contempla una subida salarial del 0,3% y el mantenimiento del poder adquisitivo en 2012;

- el índice de población en riesgo de pobreza es del 20%, tan sólo por detrás de Letonia, según el informe de Protección e Integración Social, publicado en 2009 por la Comisión Europea con datos de 2007;

- la congelación de las pensiones contributivas incumple los acuerdos del Pacto de Toledo, que obligan al Gobierno a tomar cualquier tipo de medida sobre las mismas mediante consenso;

Además de lo expuesto anteriormente, el 'esfuerzo nacional' al que nos llama el Gobierno es soportado sólo por la clase trabajadora del Estado español, mientras a las clases adineradas, que también forman parte de este país, no se les exige ningún sacrificio: ni recuperación del impuesto del patrimonio, ni mayor gravación fiscal para las SICAVs, etc.

Por último, la eliminación de algunas prestaciones como el denominado 'cheque bebé' no tiene en cuenta el nivel de renta de los/as beneficiarios/as, a lo que hay que unir la ya próxima subida del IVA que también afectará a todas/os las/os ciudadanas/os independientemente de su situación económica.

La mayoría social de este país no puede seguir siendo la mayoría silenciosa que pague un precio muy alto por una salida de derechas a esta crisis. De ella o salimos todas/os sin recortes de derechos o no saldrá nadie.

Por una salida social a la crisis, contra un recorte del déficit que se traduce en un recorte de los derechos laborales y sociales recogidos en la Constitución. Por todo ello,

Hay motivos, hay huelga general

miércoles, 12 de mayo de 2010

Un año más...



La información más detallada en Kaos en la Red

Y una ilustrativa charla acerca de por qué asistir.

Vale

Retazos de otras vidas posibles se asoman
a esta explosión tan repentina
con las mismas respuestas de siempre
entre autovías tan paralelas
que se confunden entre sí los cadáveres.

Llamadas a la puerta del invierno
que entrecruza desde el abismo sus asuetos,
y blasfema con certezas de ciervo agonizante.

Una mañana entre laúdanos sin bosque,
con el apremiante sin sentido
de golpes abisales y giros esperados,
con la terrible sed del rastro indetectable
o el infinito arraigo de otras galaxias,
las máscaras llueven como un catarro azul marino
y desentierran cretinos lamparones irreductibles
que marcan el paso del oeste entre las piedras.

Fustiga el viento futuros pedazos
de esa hambrienta eternidad que prevalece,
de ese violeta que desde azules profundos
otea imberbe murciélagos y rincones.

Y ahora
que es demasiado pronto,
que las algas adormecidas
todavía se reparten las entrañas,
que se aleja entre cartas y espumas
el puñal incandescente del derribo
y las próximas palabras yacen ya congeladas entre mausoleos,
se reconstituye sobre sus cráneos
la vana temerosidad de los antaños,
y coleccionando silencios naranjas y miopes
se desgarran los andrajosos esputos
de un tañido a deshora y a destiempo.

lunes, 10 de mayo de 2010

Venial

Vivir en círculos,
inacabando historias,
desandando caminos.

Caer a témpanos,
vapuleando victorias,
desarmando veleidades.

Nacer a destiempo,
aferrando derrotas,
susurrando sandeces.

Llorar a prófugos,
cimbreando suspiros,
abranzado costuras.

Desterrar los cánticos,
liberando futuros,
exhumando piltrafas.

Rabiar sin síntomas,
latiendo sin son,
estudiando vilezas.

Sellar lo lúdico,
vaciando sentidos,
llenando galaxias.

Rematar caníbales,
sudando bienes ajenos,
reconstruyendo los ayeres.

domingo, 9 de mayo de 2010

De súbito supino

Errar con el suave llanto de las olas
arrastrandose sin prisa en los baldíos,
o pulir una por una mil agujas
en las entrañas deshechas de vientos y tormentas.

Correr forjando coronas de hielo sobre colinas pardas
o desembarcar en tristes islas élficas
donde poniente es todo páramo y en las cimas,
los truenos rasgan el norte con demonios de tierras allende.

Con canto de cristal, los humedales lanzan
un grito de guerra ante bastiones de alas de plata
donde las espinas se tuercen entre devastaciones y pestes
que no olvidan sus cicatrices muertas.

jueves, 6 de mayo de 2010

El mismo repetido

Depósitos de enmiendas en estado puro,
recovecos en que se acumulan nostalgias y fracasos,
llaman las almas al siguiente paso
dónde los árboles se derraman sin tino.

Allá la carretera con sus espasmos
como una golondrina que inflara dirigibles,
cuenta entre trizas un pesar irreverente
y la última esquirla de este naufragio.

miércoles, 5 de mayo de 2010

ITV

Electrocardiograma plano:
ni autopistas ni escaleras,
solo el mar en la frente
y el quedo tango matutino.

Acompañando estrépitos:
la quintacolumnidad de los presentes,
un faro amarillo e impávido
como un corral de esfinges.

Morir todavía, en celo,
enfermo, enjuto.

Vana sonrisa hacia los hados,
lánguida llovinza sin lodos,
burda paz entre cristales.

martes, 4 de mayo de 2010

Fiebre

Hoy que casi anochezco por un instante
evocando el frío sol ya tan ausente,
rompo una lanza en mi costado, musito
en el nombre del acero y de la noria,
por algo menos de una moneda no dividida,
rastreo en el eco de la memoria mi propia frente esquiva.

Tengo dos llaves:
la alcantarilla y el abismo,
el silencio y la agonía,
la duda y el camino.

Haciendo del sonrojo una trinchera
contra el aluvión de espectros acechantes:
Qué derrota por venir,
cuántas lágrimas a derramar,
dónde ser.

Tanto humo todavía en la escombrera,
tanto amanecer a pedacitos,
tanta gloria de un momento.

Y todo pese a todo,
destrozando barrizales a su paso.

domingo, 2 de mayo de 2010

Rasgando el suelo

Días extraños, casi trágicos.
La lluvia en los ojos, el labio en el suelo.
Canta a contrapelo el oscuro hado,
trina indiferente el silbo roto,
masculla dolorida la cascada en su fuente.

Viento fuera, y viento dentro.
Cabalgar tormentas, huir,
saberse afín y oculto entre timbales y requiebros,
espolear al infinito con prestidigitadores somnolientos
y vaciar sobre la arena los próximos retablos.

Invocada desde la cúspide, otra añoranza quiere saberse
y los tiernos temblores acuden con paso distante:
Blanquear de hojas entre trincheras
y retractarse de agujeros y ventanas.

jueves, 29 de abril de 2010

La isla de las almas perdidas

Y volver a caminar,
entretejer basuras con las piedras,
llorar a carne viva,
atardecer entre las manos.

Robar el dolor de aceras profundas,
sangrar bilis entre los labios.
Morir cotidianamente entre las cejas
y despegar desde mares sin estrellas.

Entregar a arcontes primordiales
el futuro envuelto en tres mil sudarios
sin ápice de roturas ni esquejes,
como el manto de hiel que ensombrece las mayúsculas.

Y resistir el embate feroz de los murciélagos
rasgando con infinita piedad los vendajes
que amurallan sin sentido fantasmas y derribos
hacia el verdor incandescente de un momento antes.

miércoles, 28 de abril de 2010

Gusiluz

Se rompe el silencio de repente
y las madrugadas ya traen el sol.
Se unen en un hiato los tréboles,
canta el ojo por orillas olvidadas.

Dentro, las nubes tan perennes,
los otros cadáveres que todavía se reclaman,
las manos turbias que aún arañan,
los silencios que siguen destrozando,
las esperas inútiles y las heridas abiertas.

Puntos suspensivos e interrogantes:
Puertas que baten con el estruendo de los años,
trenes que no llevan a esta parte.


martes, 27 de abril de 2010

Solo quiero caminar

Vacías las montañas de repente,
amarillas, azules, torrenciales,
se desbordan casi ausentes los velos,
urge el dolor a la mañana.
Hay un fuego y una pequeña escoba
que se afanan en recoger motas primordiales
o refundar un pasillo inundado de vileza
mano a mano con la frugal noticia
de un atardecer en otros soles
que arrastran hacia el núcleo desnudo
su más terrible miseria.

Nevar ambulante de lo profano,
se divide la piedra en llaga y cieno,
lado penetrante en ataúd discorde,
retruécano indivisible entre codo y codo,
retazo añil o luminoso de la inmisericordia
que transgrede con truenos de certeza
los ávido señoríos del dulce olor a tierra quemada
o a torrezno edulcorado por cuándos y dóndes.


lunes, 26 de abril de 2010

Recuentos

La tortuosidad difusa,
el viento bien pegado.

Explota.

Quita el miedo.
Quita el llanto.

Miente.

No hay mano o pie aquí,
ni triunfo ni derrota.

Sobra.

Hiede el silencio,
rasga lo sagrado.

Muere.

A esta forma llama torre,
en esta torre anida el águila.

Sangra.

sábado, 24 de abril de 2010

Bosques primigenios

Nubes corredizas se posan
en las cavernas que no exlaman
su viento adrede entre los campos.

Un pastel de gloria atenaza
los reflejos inexactos de la noche
y el trigo impuro entre sus labios.

Llama el ojo a otro pálpito
y caminan entre las fugaces sombras
que acuden sin vello a la mañana.

Podría decirse que de todo
rasguea acordes con ínfulas baratarias
el córvido espacio de la victoria pírrica.

Pero en un segundo presente, u otro suspiro,
piden odio y palabra lo esquivo de la hoguera,
el confuso mar de lo irresoluto como medio.

Pérdidas infames o inconsecuentes,
cúspide eterna del fuego o de la nada,
se sueñan los montes un paraíso que no existe.

jueves, 22 de abril de 2010

Paz de cementerio

Y en las falsas nubes se dibuja
una línea entre baldones,
un volver a profundas súplicas,
una losa de huesos y prejuicios,
un rasguño que supura olvidos primigenios
y cósmicas veleidades.

No puede haber más amaneceres como este,
la flácida mano del destino
espolvoreando aquellas semillas de hace tiempo,
y la vuelta de tuerca al laberinto
repitiendo bucles y destierros.

Como en un sedán dorado, las miradas
vuelven sin querer a dónde no fueron
y tiemblan doloridas en lejanos trenes
que madrugaban sobre un foso de colores
o las callejuelas sin nombre de un barrio vacío.

No, no puede seguir esta costumbre
de ajar con mares lo cotidiano
como si de una lánguida batalla se tratase
o la derrotada voz hecha trazos por un segundo.

martes, 20 de abril de 2010

Con la frente marchita

Las nubes de mas acá de otoño
sonríen amarilleando su destino funesto:
La firme evasión de las mariposas
que repartían versos azules entre tinieblas.

Y del camino a esta parte, tan confuso,
el hedor constante y la presencia
persistente de la primera sangre,
de los últimos puñales,
las rastreras pisadas que sisean
como una nube de ladrillos a la espalda
repiqueteando el pensamiento con sus pliegues
reconstruidos sobre el blanco miedo a lo sórdido
que se adivina ferviente en su mortal agujero
desde donde entona canciones pírricas
y destroza los estrechos canalones fétidos
en que yacen ahumados todos los presagios.

domingo, 18 de abril de 2010

Tres tristes tigres

Combando el juego hasta el infinito,
haciendo que el dolor parezca otra cosa,
metarfoseando en parábolas lágrimas y gritos,
rodando mil veces cuesta abajo, sin mañana,
sin más tiempo que éste préstamo que se roba cada día,
con la vana esperanza de que algo...
de que algo...

Pero nada.

sábado, 17 de abril de 2010

Ares triunfante

Pero cada palabra sangra
cada vez que se piensa
y cada mirada es una utopía
ya condenada.

Cada sonrisa una traición,
cada promesa una mentira,
cada caricia sólo un juego,
cada lágrima pura ficción.

Cada "hola" es un "hasta nunca",
cada mañana es ya ayer,
cada abrazo es una farsa,
cada encuentro una ruptura.

Cada lugar es otro sitio,
cada yo es mi otro yo,
cada regalo tiene espinas,
cada culpa es imperdonable,
cada camino es al vacío,
cada paso oculta algo,
cada amanecer es ya un eclipse,
cada futuro es perecedero,
cada eternidad es un instante,
cada mano un puñetazo,
cada ahora es ya hace tiempo,
cada todo es una partícula,
cada pedazo, polvo.

viernes, 16 de abril de 2010

Out

Irredento,
irremisible,
inviable,
imposible,
impávido,
inútil.

Increíble,
intramuros,
infalible,
insalubre,
invencible,
infantiloide.

Insensible,
inimaginable,
impasible,
infinito,
inquebrantable,
irrepetible,
indeseado,
imbécil.

jueves, 15 de abril de 2010

Otro día en el paraíso

Harto del odio, del sinsentido,
de la lógica ilógica de lo cotidiano,
de la inherente tristeza del día a día,
de la desesperanza sistemática.

Harto de las certezas y las dudas,
las medias verdades y las puras mentiras,
del tiempo que no pasa, de la distancia que no cura,
de la noche que no empieza y los días que se vuelan,
de los espejos que me miran y me devuelven la mirada,
de los malentendidos y las obviedades,
de los errores que se acumulan,
de los aciertos que se diluyen,
de las repeticiones y de las metáforas,
de lo fantástico y lo trágico,
de todo lo efímero y sus alrededores,
de las sombras que son eclipses,
de los eclipses que son negrura,
de la negrura que es vacío,
del vacío irreemplazable y la presencia que no llena
de la nada que me rodea, de lo nadie que soy,
de esta absurda permanencia a fuerza de miedo y costumbre,
de tanto silencio estúpido y tanta tontería a pleno sol,
de saber y de no saber saber,
de vivir y no vivir vivir,
de ser y no ser ser.

miércoles, 14 de abril de 2010

Y, por supuesto...



Azul

Destripando argénteos muros frente a la orilla
incólume de las más profundas cordilleras,
acumulando sin embargo esas otras austeridades
en esos forúnculos espesos que todavía reclaman
los vaivenes escarlata de un traspiés tuberculoso.

Contra la destronada calavera de una nube dorada
el camino se esfuma y se entretiene entre añublos
o tristes harapos de púgiles desenmascarados
ante las tres trágicas orillas del invierno ausente.
Pétreo, con retruécanos insensatos o impasibles perezas,
rasgando con brevísimos tímpanos las solapas
imbéciles de lo cotidiano tan lustroso, tan retrógrado.

Sonreír al viento inalcanzable, a la fragua y la simiente.
Canto infernal de océanos perennes, llave sin fondos de ratas y naves.

lunes, 12 de abril de 2010

Marathon Man

Milésimas después, el rostro firme
analiza con gesto solemne las ausencias
y traza un mapa de tragedias y futuros
al que escapa el juego por milímetros.

Horas después, se perfila marrón un fantasma
en la sombra acogedora de lo límpido,
aquella vida ingeniosa de mares multicolor
donde pasearse extraño e inconstante
como un ladrido silenciado a media noche.

Años después, las últimas cavernas
siguen desplomándose sobre ríos angostos
y cielos amarillos anuncian la llegada del crepúsculo
que ronronea con vestigios de lanzas
hiriendo las últimas motas de vida y aire.

domingo, 11 de abril de 2010

Minos

Tan ínfimo, tan oculto,
el silencio transgresor de vientres y escaleras,
el regreso en círculos al dorado más profundo,
el arrebato incognoscible de la nada sempiterna.

Tan sublime, tan presente
el galope vacío de los ferrocarriles,
los ojos sin nombre ni tragedia,
los mágicos árboles de otras horcas,
la llamada impertinente de los siglos,
las lágrimas ignotas de los hados,
las piedras invocadas de los truenos,
el paso pestilente de lo cotidiano
el ser eterno de la huida,
el pretérito horror de los presagios,
el martillo continuo del abismo,
la mano amiga de la nada.

viernes, 9 de abril de 2010

Laberinto

Todo paréntesis bajo las nubes,
todo segundo más y hielo.
Mira el horror desde montes lejanos,
espera la guadaña segura entre las manos.

No amaina el huracán entre las flores
ni canta el pájaro en primavera,
todo es desierto de pieles y quebrantos,
todo hiel última en los labios
y equívocos sobre caballitos de madera
chapotean todavía entre cristales rotos.

La certezas incólumes pasean ufanas
sobre vientos que no revuelven más que basura
y rabias que no agreden más que a farolas.

Desde el más lejano anochecer, llama otra tristeza
u otro nombre que no se conoce
y desgrana de nuevo las escasas gotas
que aún riegan otras presencias menos claras.
No hay otro sueño posible, entonces,
que huir de la mayor de las claridades,
el alma apretada contra la pared,
la vida derramándose en las alcantarillas,
el tiempo enjuagándose los ojos
con restos de cieno y esperanzas.

jueves, 8 de abril de 2010

Diciembre fue mejor

Cuando el dolor del alma
o como se llame este montón
de prejuicios y mentiras
que se encabrita aquí dentro,
estalla, revienta, explota
y duele el cuerpo, el insaciable,
el que busca más de lo que tiene,
el que siempre necesita,
el que se encorva ufano
y se afana en coleccionar fracasos,
el que barrita encabritado las ausencias
y no quiere ver su mayor ceguera.

Cuando noche y día no saben
si empezar o terminar
porque saben que no importan,
y el sueño, ese gran caprichoso,
aterroriza con idas y venidas el instante
y la memoria traicionera viaja
en busca de tesoros y miserias.

Cuando más allá de todo se desvelan
esos silencios y esos misterios
que oxidan lo dorado con garras impasibles
y fagocitan uno a uno los restos de todos los naufragios.

Es momento de...
De...
A la mierda.



miércoles, 7 de abril de 2010

La diaria

Y se suceden las madrugadas
que desde helados continentes traen desasosiego
o la certeza de que el miedo no es una aventura
o tres mil explosiones por siglo
en la cordillera más extraña.

Son siempre las mismas,
entrecerrar o entretejer,
musitar un millón de nadas
o restregar un camino por los codos
ya tensados como un junco.

Hoy habría sido saltarse la mediana,
o embarrancar en un lodazal enajenado,
pero mañana el abismo otra vez desde lo alto
miraría irreverente los suspiros
y seguiría jugando su voz cantante
al último fiordo en que la calma es polvo
y los tanques todavía orbitan
hacia el cercano ayer en que perduraban
como un seguro arrebato de injusticia.


.

martes, 6 de abril de 2010

Úlitmos viajes a Tanelorn

Como un eclipse que rasga
con su fiel sentido el oleaje,
o un híbrido incestuoso que salpique
las próximas estaciones,
así resuena en otros alientos
el trotar flotante de los díscolos
que desgranan su luz y su aureola,
inútiles, amarillos, lechosos,
de particular extrañeza en tiempos ajenos
o de brutal presencia cotidiana.

Y en aquel otro lado
el fuego, o el río, la impavidez
que se halla desde el muro
y canturrea petulante vanos quehaceres,
como si un segundo no bastase
en el mar intrínseco de los adioses.

lunes, 5 de abril de 2010

Desde lo más profundo de mi ser simiesco

 Noches de laúdano y figuras
que renquean suaves en su crepúsculo
con la solicitud informe de la mentira.

Retablos que componen turbias escenas,
cadáveres amargos acumulándose una y otra vez
sobre la límpida lámina de lo prístino...

O del error enmarcado en juego letal
para las mariposas que parlotean entre azoteas dispersas,
la firme guadaña clavada en el instante exacto,
la piedra erguida justo delante.

Susurrante, ahora, el orbe
analiza los requiebros y lanza
silencioso piedritas amarillas.

En el fondo de la caverna,
sombras como siempre.



 

sábado, 3 de abril de 2010

Tiempos muertos

Sin tierra ni camino,
sin hogar a la llegada,
sin más allá que aquí mismo.
Sin silencio.
Sin estruendo.
Sin palabras.

Solo anocheciendo
una y otra vez.
Solo volviendo
una y otra vez.
Si ir a todos sitios,
sin esperar en ninguna parte.
Sin vivir.
Sin morir.
Solo estando
sin ser.
Solo aquí,
solo ahora.

Solo basura.
Solo sangre.
Solo nada.


viernes, 2 de abril de 2010

Harvey Dent no se presentará a la reelección

Esquirlas de fogueo, no hay calma posible.
En otros caminos se pierde la aurora
y la huida se hace tan eterna como un día cualquiera,
con la esperanza sin retorno de amanecer en cualquier montaña.

Han explotado una por una las banderas
y no quedan ni vientos ni colores
de la marchita espera que sesteaba
distante y sangrando como un huracán
que recorriese sin hallazgos sus oleajes.

Futuros en desguace, tramas rotas
que bendicen con miseria innata los dolores demasiado tardíos.
Un tornado de almas en pena barre la ciudad,
en una vieja barraca, sueña el nadie con la nada.


miércoles, 31 de marzo de 2010

Bosques

Amanecer con tristeza acumulada, la misma
que holgazaneaba en rincones mustios
y que ahora vuelve a golpear los portones.

No es memoria ni nostalgia, es
certeza del vacío, vuelta al laberinto
silencioso del ayer y del mañana.

Dolor de la presencia inerme,
clavada en la conciencia.


sábado, 27 de marzo de 2010

Estamos hechos de estrellas

Viejas banderas no rasgadas,
otras sonrisas en otros cuerpos,
miradas ausentes en los labios.
Ojos baldíos reinventando
aquella manera de volver a los olivos
y acurrucarse frente a la nada.

Dedos sapientes que indican
con su voz ignífuga chapoteos pasados.
Este manto adrede camina junto al hielo:
Oscuros trastes de música indefinida.

Niñez repartida en estancias huecas,
clamor de pies, un triste rayo
conviviendo con el aire que no agita.


viernes, 26 de marzo de 2010

Cumbres pasajeras

Atardecer brutal de septiembre oscuro, herrumbroso:
Suenan tambores y tabardos allá en las cercanías,
ondean buitres sus ojos desgarrados por el miedo
y rebota la sangre contra nubes infames.

Los acantilados susurran con lava en los dientes
los cánticos precoces de niños perdidos
que se balancean impávidos ante autovías deshechas
y roban sin quererlo fusiles extradimensionales.

Con latidos y martillazos se va derruyendo
el profano ser de los angostos espectros
que azulean caminos hacia el sur difuso
o lluvias rabiosas donde el nombre es oro.

Charlot en la otra acera

¿Qué fue de aquel naufragio?
¿Dónde se hundieron las banderas?
¿Cuánto ardieron los mástiles?
¿Quién prendió las primeras antorchas?
¿Cuándo cayeron entre llamas las velas?
¿Cómo murió en capitán?

¿Llora alguien en la orilla?
¿En qué playa, en qué arrecife
se amontona la madera hichada,
testigo y artífice de la catástrofe?
¿Es óxido ya el candado
que otrora guardó con celo su tesoro?

miércoles, 24 de marzo de 2010

Cucacharas

En la punta de los ojos
las palabras se amontonan.
No conocí otra cosa más que silencio,
nunca jugué sin trampas.

Hoy suenan otras ventanas,
retruena cerca el mar aquí,
el rastro de un crepúsculo,
piedra todavía, trae de ida
un cesto repleto de leche
y un millón de puñales insomnes.

Llaman a la puerta dioses ajenos
siempre un minuto más tarde.
Una pequeña estela dorada,
un avión que no vuelve,
las mismas cartas que nadie escribe,
las certezas devorando a sus hijos,
las lámparas lanzándose al vacío.

Una era, una hora, un suspiro,
la imagen brillando sin ausencias,
un trazo, un trozo, un vidrio
que deshoja almas inconscientes
y todo lo vano de la espera.

Sobre un lecho blanco,
el camino que se rompe liberando
fantasmas inseguros de otras repeticiones
y pasos torcidos ya sin andenes.

Calma inútil, entonces.
Se reescriben los dedos entre espumas
buscando aquellos profundos mástiles:
Verde, acero, nada.

El tapete está roto, no hay
siquiera una hormiga a recordar
y sin embargo las manos
siguen sin ser más que lápidas.

martes, 23 de marzo de 2010

Elseworlds

Vidas impávidas, incólumes, ingratas,
arrancadas ya mayores de espinos y suburbios,
fluctúan añorantes, ignorantes, de terremotos incandescentes
y paseos famélicos a dimensiones obstruidas.

Tableros resquebrajados donde se desparraman
las ínfimas posibilidades de un mar agnóstico:
habría que retrazar los bastardos que vinieron
a derramar su clamor de siglos nefandos.

Puertas a puertas desde un país preciso,
casi lloviznando en penúltima instancia,
siempre adrede desde un siglo ausente
que combina banal esporas y naufragios.

Flores muertas

Repleta de rasguños, destartalada,
la mente desfallece henchida de negrura
que deglute impávida toda felicidad posible
y escupe a sus propios ojos la hez que sobra.

Rota por mil sitios, el alma, si es que hubiese,
dispara febril y ciega odios absurdos  a los viandantes
sin notar que esos cristales que le desgarran los pies
son retazos del espejo en que un día se miraba.

Y mientras el corazón sigue con esa búsqueda
de una excusa para otro latido estúpido,
sabiendo que todo es tiempo perdido
esperando de la más certera de las nadas.