sábado, 31 de octubre de 2009

Diez minutos antes de medianoche

Me sorprende el amanecer sentado,
vista al horizonte, de par en par los ojos,
mirando
pasar piedras que se apean dos estaciones más tarde.

Ando distraído arrancando briznas
de hojaldre con las yemas de mis pies,
como olfateando un relámpago,
una lágrima.

Queda por venir una ráfaga sencilla,
que faltó con aviso el mes pasado
y dejó azules en mi puerta.

Bueno, y lo demás también,
pero a nadie importa ya.
Los pertrechos ruedan colina arriba
huyendo.

Una última vez.
No.
Ya fue.

viernes, 30 de octubre de 2009

Suddenly


No me levanté de la silla
casi por pereza.
Apenas había alzado los ojos
una, dos veces
para cerrarlos fuerte,
bien fuerte
y que no dolieran.

Un día, uno como otro,
me llamó el silencio,
me tomó de la mano.
Dimos un paseo,
siquiera hablamos.

Ahora estoy
otra vez en a la silla
pero el tablero
está otra vez dispuesto.
Peones, caballos, alfiles, reina.

¿Ha pasado suficiente tiempo?
Miro
tímido
al otro lado de la mesa.
Sí, hay un rostro,
mi contrincante, tal vez
no mi enemigo.
Quién me amenaza
sigo siendo yo mismo.

No ha pasado lo suficiente.
Mirad abajo,
todavía quedan trozos
del otro tablero.
Todo esquirlas diminutas
que no se ven, pero se clavan
a cada movimiento.
Todavía quedan piezas por el suelo.
Y no sé si soy yo
o ése yo que es mi enemigo
quién ha de barrer todo ésto.

Mirad abajo,
no puedo jugar otra partida,
no puedo.

Levanto una mano.
Conozco ésto.
Un peón,
un café.
Un caballo,
el teatro.
Mi rey queda expuesto
en la puerta de un cine,
amenazo la dama
en un concierto.
Conozco el juego.

Sé cómo acaba.
Con miles de piezas
desparramadas,
yo, en la silla,
la mirada fija.
No quiero verlo.

La última vez que jugué
fui una pérdida de tiempo.
Solo aprendí
que yo siempre pierdo.

Pero estoy moviendo.
Delante ya hay
un rostro, una figura,
unas manos.

Yo no quiero seguir.
Sé cómo acaba.
Yo siempre pierdo.
Y nunca olvido
y menos perdono
cuando se trata de mí
o de ese otro yo
que es mi enemigo.

Aquí un alfil
dentro de un disco.
Esta torre
transporta un gesto.

Amenazo al rey,
expongo la dama.
No quiero jugar.
Pero juego.

Mi enemigo me dice
que mire al suelo.
Sangran mis pies
por el otro tablero.
Me quiero levantar,
pero no puedo.

Ahí delante,
una voz, unos ojos,
una sonrisa.

Negro, blanco.
Blanco, negro.
Enroque esta tarde,
mañana, jaque.

No sé de qué manera
se desarrollará todo.
Aquí moví ya antes.
Aquí no me atreví.
Aquí podría.
Mucho, mucho cuidado
con el borde,
dónde pongo las piezas,
dónde puedo apoyarme
y dónde no debo.

Perdí, perdí yo sólo.
Tiré las piezas,
rompí el tablero.
Pero esta vez...
Tal vez...
Si voy con cuidado,
con cuidado extemo,
si voy sin miedo...
Tal vez
pierda de nuevo...
Pero...
Yo que sé...
Ya veremos.

Bola Extra

Y, detrás de la obrita de teatro, ésto escrito en boli rojo...

La tierra. Los fuegos y los árboles.
Los dioses.
El mar, el mar siempre.,
o la lluvia, o la vida.
¿Qué tormenta, qué ayer no ha acabado?
Qué azul, que rojo, que blanco permanece?
¿Qué terror?
Siempre nos queda todavía.


Cómo dicen en "El secreto de tus ojos", podemos cambiar de todo, pero no podemos cambiar nuestras pasiones.



Tal vez por eso organicé una asociación cultural antes que sacar toda mi ropa de las cajas...

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana...

Ni recuerdo que año corría. Se organizó una marcha a nivel europeo contra el tratado de Maastrich, pidiendo una Europa más social y esas cosas que todavía se siguen pidiendo. Por azares de la vida... (y porque por aquellos entonces nos lo currábamos mucho), una puntual coalición de fuerzas progresistas a nivel local organizamos la estancia y pernocte de los y las participantes en la marcha en nuestra localidad.
Casualmente se representaba en el teatro municipal "Luces de Bohemia", pero esa es otra historia...

Se organizó una cena, barata, una recepción en el Ayuntamiento para que el equipo de gobierno se acordase de que en el nombre de su partido viene la palabra obrero, se homenajeó a un par de viejos sindicalistas, se leyó un auca y se representó una pequeña obrita de teatro... Las dos últimas, escritas por el que suscribe... O suscribiría, si firmase... El auca se perdió en los pozos insaciables del tiempo, y la obrita creía que también... Hasta que buscando otra cosa, apareció debajo de un pilón de papeles... Está basada, cómo no, en un cuento de Mario Benedetti cuyo nombre, ni el libro al que pertenece, no recuerdo. Intenté adaptarla, con mi parco conocimiento de las ideologías, a Europa, dado que el original hacía referencias a temas que nos resultaban ajenos... Así que, desde lo más profundo de mi oscuro pasado... (Y sin retocar)


(El OBRERO en el centro del escenario)

OBRERO: Soy un obrero, no sé si mañana seré un parado. ¿Quién me defenderá?

(Entra el SINDICALISTA)

SINDICALISTA: ¡Yo, que soy sindicalista!

OBRERO: ¿Tú, que te has olvidado de los obreros? (Se va. Entra el SOCIALDEMÓCRATA).

SINDICALISTA: Vaya, un socialdemócrata. ¡Te has vendido al capitalismo! (Se va. Entra el CRISTIANO DE BASE)

SOCIALDEMÓCRATA: Vosotros los cristianos, mucha teología de la liberación, pero seguís alienados por la religión. (Se va. Entra el ECOLOGISTA).

CRISTIANO: ¿Por qué los ecologistas dais más importancia a las flores que a los hombres? (Se va. Entra el PACIFISTA)

ECOLOGISTA: Los pacifistas no tenéis ni idea de lo salvajes que pueden llegar a ser los humanos (Se va. Entra el REPUBLICANO)

PACIFISTA: Vuestras repúblicas son defendidas por ejércitos. (Se va. Entra el SOCIALISTA)

REPUBLICANO: El estado socialista es imposible. La república es posible. (Se va. Entra el COMUNISTA)

SOCIALISTA: La dictadura del proletariado que predicáis los comunistas es un fascimo disimulado. (Se va. Entra el TROSKISTA)

COMUNISTA: Eso de la revolución permanente no se lo cree nadie, troskista. (Se va. Entra el ANARQUISTA)

TROSKISTA: Los anarquistas no habéis hecho jamás una revolución decente. (Se va. Entra el OBRERO).

ANARQUISTA: Los obreros habéis perdido vuestro espíritu combativo. (Se va. Entran el CAPITALISTA y el SOLDADO)

CAPITALISTA: ¡Obrero, quiero sentarme, que soy yo el que te pago! (El OBRERO se pone a cuatro patas. El CAPITALISTA se sienta sobre él) ¡Soldado!, tráeme a los subversivos, que soy yo el que te paga!

(El SOLDADO sale y vuelve encañonando al resto de personajes, que llevan las manos en alto)

CAPITALISTA: ¡Carguen!¡Apunten!¡Fuego!

(El SOLDADO les va disparando uno a uno. Antes de caer, cada personaje grita): ¡Libertad!

(El CAPITALISTA se levanta y mira orgulloso los cadáveres)

CAPITALISTA: ¡Muy bien soldado!¡Toma unas migajas!

(El CAPITALISTA hace ademán de dar algo al SOLDADO, pero cuándo éste se acerca, retira la mano y se va, carcajeándose. El SOLDADO mira los cadáveres, mira al OBRERO, mira el lugar por dónde salió el CAPITALISTA, se enconge de hombros y sale.)

(El OBRERO se levanta)

OBRERO: ¡Soy un obrero!¿Quién me ampara? (Se acerca al SINDICALISTA, lo reanima, lo ayuda a levantarse)

OBRERO: Siempre has marchado junto a mí. (Se va. El SINDICALISTA reanima al SOCIALDEMÓCRATA)

SINDICALISTA: Pretendías suavizar un poco a los capitalistas. (Se va. El SOCIALDEMÓCRATA reanima al CRISTIANO)

SOCIALDEMÓCRATA: Cristo era claramente progresita. (Se va. El CRISTIANO reanima al ECOLOGISTA)

CRISTIANO: Todos necesitamos árboles para respirar. (Se va. El ECOLOGISTA reanima al PACIFISTA)

ECOLOGISTA: Sin ejércitos no habría guerras. (Se va. El PACIFISTA reanima al REPUBLICANO)

PACIFISTA: En la República se puede vivir en paz. (Se va. El REPUBLUCANO reanima al SOCIALISTA)

REPUBLICANO: El estado socialista es una profundización de la república. (Se va. El SOCIALISTA reanima al COMUNISTA)

SOCIALISTA: Socialismo y comunismo son hijos del mismo padre. (Se va. El COMUNISTA reanima a TROSKISTA)

COMUNISTA: Sería bonita una revolución permanente. (Se va. El TROSKISTA reanima al ANARQUISTA)

TROSKISTA: ¿Sabes que yo también soy un enamorado de la libertad? (Se va. Entra el OBRERO)

ANARQUISTA: Nosotros luchamos para defenderte, porque somos tú. (Se va. Entran el CAPITALISTA y el SOLDADO)

CAPITALISTA: ¡Obrero, quiero sentarme, que soy yo el que te paga!

(El OBRERO cruza los brazos y niega con la cabeza)

CAPITALISTA: ¡Ya te han comido la cabeza los subversivos!¡Soldado, traémelos, que soy yo el que te paga!

(El SOLDADO va a salir, pero los personajes entran juntos, decididos. El OBRERO se une a ellos. El SOLDADO queda entre ellos y el CAPITALISTA, indeciso)

¡Soldado!¡Carguen!¡Apunten!

(El SOLDADO apunta a los PERSONAJES)

PERSONAJES (al unísono, levantando el puño): ¡Libertad!

(El SOLDADO apunta al CAPITALISTA)

CAPITALISTA (con tono de excusa): Ésto... Yo... Como el obrero se callaba... Como el soldado me protegía... Como todos estábais peleados... Yo.... (se va corriendo)

(Los PERSONAJES celebran el hecho. El SOLDADO los mira, mira el lugar por dónde se fue el CAPITALISTA. Mira su arma. La tira, y se dirige, con los brazos abiertos, a los PERSONAJES).

OSCURIDAD




Es muy, muy difícil definir una ideología en una línea... Ni que decir tiene que la obra fue un desastre... La preparamos medio borrachos la noche anterior... La gente olvidaba cuál era su papel, detrás de quién tenía que entrar... Qué tenía que decir... El autor/director estaba que se/me subía por las paredes... Pero lo pasamos estupendamente bien... Y estuve en cuatro manifestaciones seguidas, que siempre llena el espíritu...

Por lo demás... La izquierda sigue machacándose, sigue habiendo guerras, el planeta se sigue yendo a tomar por saco, los obreros siguen sin moverse, los sindicatos, ignorándolos, la precariedad ha sido sustituida por el paro, el tratado de Maastrich se aprobó y los socialdemócratas votaron hace poco un presidente de la comisión neoliberal declarado.

jueves, 29 de octubre de 2009

Vae Victis

Así, de golpe, un rostro se dulcifica:
Ayer su voz era distinta,
sus palabras eran las mismas.
Hoy casi sin querer rozan y acarician.


Así, de golpe, unas manos se eternizan:
Ayer solo estaban torpes en el aire,
sus gestos eran los mismos.
Hoy casi sin querer se posan y se giran.

Así, de golpe, un cuerpo se reafirma:
Ayer caminaba mirando el horizonte,
su mirada era siempre la misma,
Hoy casi sin querer vuela y brilla.

¿Qué es eso que brilla?

miércoles, 28 de octubre de 2009

El puente sobre el río Kwai

Mantener la línea a toda costa,
silbar
o romper en pedazos los trozos de los restos.
Ver el allá dentro aquí fuera,
o saltar de bucle en bache
reverberando irrevocables
o rombos.

Rasgar la mano con el musgo,
beber y vivir casi al mismo tiempo
y pulsar latidos uno frente al otro.
Ser
de todo lo impredicho, el resto
que no halla divisor.
Al fin y al cabo...
Chaplin dixit.

martes, 27 de octubre de 2009

Khorne


Los días sin cielo se acabaron
suaves, como comenzaron, el mundo
tan ajeno, no lo sabe.

Las noches sin hielo se volaron
ausentes, como acabaron, la luna
tan difusa, lo consiente.

Las tardes sin cieno despertaron
eternas, como siguieron, los planetas
tan perfectos, ni lo sueñan.

lunes, 26 de octubre de 2009

Abalanzándose

Dormir el sueño injusto, inquieto
al que el pie no se acostumbra,
dejarlo tan eterno que se diluya
y que mañana, o pasado, al abrir
de lejos el agua que se encoge,
sea otra forma desencajada la que mire
los desolados amaneceres sobrevenidos.

De latir, la mente se sugiere
una galaxia con estrellas imprecisas
que confunden los evos con eones
y ralentizan los fueguitos con palmeras.

De nada sirvieron los frugales torbellinos
para los mares indómitos, o imponderables,
y no resta ayer más que desplegar telones
o huecos, o paredes.

Un viejo cuento

“ Espacio: Una habitación infantil.
Tiempo: La noche. Primeras horas.
Personajes: Padre e hijo. El hijo se niega a dormir. El padre hace ademán de apagar la luz.
Diálogo:
Papá, cuéntame un cuento.
Es tarde.
Papá, cuéntame un cuento.
Monólogo:
Hace mucho, mucho tiempo, en un país muy, muy lejano, vivía un dragón, un dragón muy, muy grande y muy, muy malvado, que todas las tardes quemaba las casas de los campesinos y los castillos de los reyes y tenía secuestradas a todas las princesas de los alrededores. Nadie se atrevía a enfrentarse con él, porque el dragón soltaba unos chorros de fuego muy, muy grandes y muy, muy calientes y todo el mundo corría por las noches a esconderse en los sótanos. Pero un día llegó un niño, un niño pequeño, con un libro bajo el brazo, y se presentó al gobernador:
- Vengo a enfrentarme al dragón.- Dijo el niño.
Y todo el mundo se rió de él. Pero el niño hizo como si no hubiera oído nada y salió del castillo y se internó en las montañas donde vivía el dragón. El dragón acababa de despertarse.
- ¿ Qué haces aquí?
- Vengo a luchar contigo.
- ¿ Tú, un niño, contra el dragón más poderoso de la Tierra? ¡ Pero si no puedes coger una espada!
- Pero sé leer.
- ¿ Y eso que es?
- Leer es poder vivir muchas aventuras, es hacer muchos amigos, es conocer muchos países y es divertirse mucho.
- ¡ Quiero ese poder!
El niño prometió al dragón que lo enseñaría a leer, pero a cambio, el dragón tenía que ser muy, muy bueno. Y así el dragón soltó a todas las princesas, y ayudó a los campesinos a arar los campos y a la gente de la ciudad a construir casas y devolvió todos los tesoros y entonces el niño lo enseñó a leer y fue el primer niño que se hizo amigo de un dragón.

Escenario: Una habitación infantil.
Tiempo: La noche. Las primeras horas.
Personajes: Padre e hijo. El hijo tiene los ojos cerrados. El padre apaga la luz.
Diálogo:
Buenas noches, papá.
Buenas noches, hijo.

Monólogo interior:
Mañana le pediré a papá que me enseñe a leer. Por si acaso.”

Otras tierras

Últimamente ando colgando cosas en esta página:

Mundo poesía

Son cosas que escribí hace mucho tiempo, o reconversiones de lo que escribía en mi anterior blog.
Me siento una vieja gloria que vive de sus viejos éxitos.
Pero igual a alguien le interesa. (Soy "RedCam")



Piedritas en la ventana

Uno despierta,
o abre los ojos,
sale de la cama.
Por no verse en el espejo
nunca se lava la cara.

Se apunta
a francés
a yoga
empieza una novela
si hace falta.

Monta una asociación,
vuelve al teatro,
va al cine
tres veces por semana.
Lee.
Escribe compulsivamente
para exorcizar fantasmas.

Un día se descubre
mirando ese teléfono
al que nadie llama
y no recuerda
casi quién lo llamaba.

Casi.

Un día despierta
sólo en la cama
y casi no recuerda
de quién era esa silueta
que todavía duele.

Casi.

Un día casi
cae en la tentación
de que no pasa nada si...
y entonces recuerda
y entonces reescribe
o reinventa
y cierra los ojos,
abre un libro,
o una ventana.

Casi.

domingo, 25 de octubre de 2009

Nihil obstat...

Negando la vida como si fuese
un pasado todavía molesto,
abrazando realidades farola
en que la puerta del fondo
nunca cierra bien del todo.

Hoy, como ayer, como mañana,
nada, la más inmensa
navengando a favor de corrientes
mucho más favorables que aquel puerto
que apenas sabía dar cobijo
y no recordaba que atracar era
mirar al frente
y escorar sin ternura
hasta que el poniente
arrastrara las olas.

Después

Quiero decir "llave", por ejemplo, y que
cuándo diga "llave" se me entienda, solo eso.
Solo quiero decir "llave", ni siquiera
necesito una. No tengo nada que abrir.
No tengo nada que cerrar. Tiré el cofre del tesoro.
Tiré todo el tesoro.

Solo quiero
decir "llave".
Solo quiero
pensar "llave".

Solo
que se vaya el miedo.
No necesito el cofre.
Miento.
No necesito el tesoro.
Miento.
No necesito la llave.
Solo necesito,
solo quiero,
que se me entienda
si pienso "llave".
Solo eso.
"Llave".

sábado, 24 de octubre de 2009

Sínodo


Será, si no, este silencio
sabio susurro que sugiere
la salida simple y segura.

Saber que siempre sigue
el sol su sutil signo
suele servir de sacrifico.

Sin sentido, el sexto sello
sonríe serio sobre su sesgo
y siestea sobrio según su sino.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Ritos iguales


El espejo es el reflejo
el hambre, la naúsea.
Queda fuera todo,
todo cabe dentro.
Roto lo viejo,
remiendo en lo nuevo:

Juego de jugo,
gajo de juego,
tirada de dados
el doble negro.

Gato que guiña,
gana que gana,
toma que dale,
dándole caña.

Mira que viene,
está que se sale,
se sale a la sala,
se sala la calle.

Y sigue la cosa,
casa la clase,
coge la piedra,
rompiendo cristales.

Anda la gente,
anda mi madre,
anda caliente,
y ríese la gente.

Una sonrisa
todo lo vale.
Una palabra
todo lo dice.
Y todavía nos sobra
toda una imagen.

Juega la lengua,
juega el lenguaje,
juega la mente,
soñando personajes.

Onironaútica para principiantes

¡Miradme!
yo era...

Hubo un guerrero,
bubo un dragón
hubo una princesa.

Hubo una batalla,
hubo una traición,
hubo una promesa.

Hubo una derrota,
hubo una maldición,
hubo gran tristeza.

Hubo una nada,
hubo un olvido,
hubo larga espera.

Y ahora
las manos ajadas
ya no empuñan nada.

¡Pero miradme!
Yo era...

Decidme, ¿qué queda?
¿Dónde voló el guerrero,
dónde cabalgó el dragón,
dónde batalló la princesa?

¿Qué fue primero,
el olvido o la promesa?
¿La nada o la tristeza?

¿Quién esperó la derrota
con sus manos malditas?

Decidme
De todo eso... ¿Qué queda?

Pero miradme...
¡Yo era!

When the worlds collide


Mundos dentro de mundos, carámbanos difusos
que golpean con garra de metal el tiempo huido.
El oleaje acerca mar adentro los fulgores definitivos
de un introyecto arrebatado que fieramente asoma
sus elipses en un vaivén de frentes añejas y puras.

Negro brillante contrasta el hielo con el fondo agudo
y circunnavegar es casi un obsoleto desembarco
por donde los cielos ondean sin demasiada sandez.

martes, 20 de octubre de 2009

¡Ya es primavera en el Corte Inglés!


¡Alegría en los caminos!
Nace
en cada balcón
un sueño,
una promesa,
un cielo tan puro que deslumbra.

En cada esquina
una palabra,
un sentimiento
impronunciable
porque brilla.

En cada árbol
un millón de flores,
un billón de golondrinas
que vuelan sobre los ojos volcados
de nuevo en su Tierra Madre
y la pisan cautelosos.
En cada recodo,
bajo las piedras,
asoman, afanosas,
las hormigas,
y plácidas y bellas,
reposan sobre las flores
las mariquitas rojas y negras,
jugando con los niños.
Pero,
desde lo más profundo
nace un monstruo,
arranca las rosas,
se viste con ellas,
asesina los pájaros,
se viste con sus plumas,
roba el cielo,
lo vende impuro,
de segunda mano,
y se proclama dueño

del viento y de las flores,
de los recodos y las mariquitas,
y juega con ellos a ser destino.

Ella ve su nombre con grandes letras
y pretende cubrirlas con su manto de claveles
pero los muros de cemento la rechazan.
Entonces sube a la última planta,
la que no se ve, y mira, invisible
a través de ojos electrónicos
cómo gente afanosa se disputa
por un puñado de metal adulterado
lo que ella siempre regala.

Y llora.

Se acerca,
cautelosa,
a la puerta
privada,

reservada,
oculta,
donde alguien
decidió
que ella nacía
y entra sin llamar.



Nunca imaginó
que la esperaban,
que aquella gente
le lanzaría una red
para atraparla
y venderla
por un número inexistente
de un trozo de plástico.

Ella
corre,
huye,
busca
a sus hermanos.
Llueve, graniza, truena,
el sol vengador abrasa,
el viento compañero
furioso recorre las calles
y los humanos lloran
encerrados en sus casas.
( Ellos
amplían su oferta
con chubasqueros y paraguas,
servicio a domicilio,
y se pintan una sonrisa
como si no pasara nada.)


Se siente derrotada.
Llueve y los niños
no juegan en la calle.
Hace sol y el mar sufre
una invasión anticipada.
El viento sin querer
aviva cualquier fuego
y la tierra, inocente, vuelve a arder.
Con paso grave, preocupado,
camina de nuevo
entre las gentes
que no se han percatado
de la cruenta batalla
y siguen creyendo
que ella vive
en la planta de la moda
construida
con piel robada,
y reflexiona,
medita,
le da vueltas, le da vueltas,
y decide
combatir con sus propias armas.


Se disfraza de persona,
busca contactos,
se prostituye,
se arrastra,
sufre.

Y al final de su búsqueda,


tiñe de fuego y metralla las paredes de cemento,
las llamas devoran todo,
el cemento se deshace, se funde
¡ Reina en la tierra el dios de los Avernos!
Hay quien se queja,
quien mira desde fuera,
y cree
que la justicia no es ésto.
Y quien sonríe.
Siempre hay alguno
que se alegra.




Al año siguiente,
cuando ella ha descansado
vuelve,
y ve su nombre escrito con grandes letras
que pretende cubrir con su manto de flores.
En la puerta,
un ramito
de orquídeas deshechas.

Pero decide
repetir hasta la victoria.

De un tiempo perdido

Siempre acabamos
quemando las naves.
No de repente,
no como antes,
pero siempre acabamos
quemando las naves.

Un día es una vela,
otro es un mástil
y un día cualquiera
las anclas se hunden,
los timones arden
sin darnos cuenta
que prendimos la nave
y un día regresamos
añorando la tierra
y sólo encontramos
océano...
océano...
eterno océano.
Y entonces recordamos
que siempre acabamos
quemando las naves.

Ride the lighting


Los mismos rostros que miran los mismos cielos en el mismo sitio.
La diferencia son sólo unos años, apenas nada, tal vez
un par de pasados confundidos entre tanta vorágine.
Se descubren diciendo las mismas palabras y sin quererlo
las mismas mentiras, pronto, las mismas grietas harán
las mismas brechas en los mismos caminos.

Y dentro de los mismos años, en el mismo sitio,
la diferencia será la misma, apenas todo, tal vez.

lunes, 19 de octubre de 2009

Moi non plus

Cabalgan los helicópteros estos montes lejanos
del más mortal de los destierros
y las lomas azules se transforman en ríos
que arrastran luna a luna
el mar sináptico de los siglos difusos.

Si de aquí los arqueólogos desenterrasen
jaulas ígneas o llantos, no sabrían
si la espiral fue fin o principio,
un alfa sin su omega en que se ahogaban
infantes nonnatos con el vano deseo
de una deconstrucción malvenida
en que se acumularon desidias insurgentes
y abyectas flores atrapadas en el aire.

domingo, 18 de octubre de 2009

Monocromo


Trazos de otros días,
de tantas ausencias
acumulados en los rincones
como losas imparables.

En las comparaciones,
las derrotas implacables
se aúnan a los tiempos
en que lo posible era
tan todavía improbable.

Y si ya queda lo fáctico,
se ha de saber si lo imborrable
es solo el viento que acerca
o acaso nada más, o nada menos,
otro llanto inabarcable.

sábado, 17 de octubre de 2009

En busca del tiempo perdido

Un día vindrà un llàmpec com aquest
i em portarà damunt del seu núvol
que malgrat sigua una miqueta blanc
sempre tindrà darrere un demà més brut
on puga naixer com un falcó de nit.
Potser les llavors que vaig triar
fóssin el verí que ja portaven,
potser, pero no tinc per què creure
que ja no m'agenolle per res.

Listen and repeat

Peut-être la vie etáit une autre chose,
pas seulement naître, être, avoir, mourir.
Peut-être que nous vivons tout le temps
comme si cette autre chose etáit réel
et pas la vie que nous vivons.

Mais il n'y a pas que des silences,
il n'y a pas que des solitudes, que des absences
et nous crions, et nous pleurons,
mais nous ne serons pas, nous n'etions pas
qu'une néant de sable, ou moins
que se rêve éternelle dans un desert de mort.

viernes, 16 de octubre de 2009

Otras tormentas



Éste calor de octubre.
Éstas lluvias tan de septiembre.
Éste julio tan extraño.
Éste clima no me pertenece.

Yo sudaba en verano,
yo temblaba en invierno,
en otoño
al volver a casa,
arrastraba
los pies sobre un manto
de hojas secas
y las lanzaba al aire
a patadas.
En primavera,
sólo disfrutaba los colores.

Pero hoy veo florecer los almendros
y sé que son flor de un día,
qué mañanan caerán a trozos prematuros
por una nieve adelantada
que no sabe exactamente
si tiene que caer
o simplemente deshacerse en el aire.

Yo recuerdo
mirar el calendario
y saber si mañana tocaba
manga corta o el abrigo.
Pero ya queda lejano.
Y ahora las lluvias vienen cuándo vienen
y el frío se va cuándo se va.

Y todo es tan,
tan extraño.

Al fin y al cabo
cada uno de nuestros gestos
los más grandes
los más pequeños
lo que hacemos
lo que no hacemos
lo que callamos
nos hace construir
nos hace contruirnos
pero también destruir
y nos hará destruirnos.

jueves, 15 de octubre de 2009

Cuando el viento sopla


Era eso.
Simplemente eso.
Que uno hay sitios
dónde no puede mirar.
Que tiene miedo.

Que se esconde todavía
bajo las mantas
y otras cosas peores
para no mirar
para no mirarse
o peor
para verse
más allá
tan otro que no duela
para acallar
esas otras voces
que pudren y corrompen
y llenar esos agujeros en el aire
donde ya nada cabe.
Todavía,
a buenas horas,
ésto.

Y sólo ofrezco silencio.

Guerrero Espectral

Cómo si hubiera algo más allá,
quiero creer que hay un sentido,
y no esta brutal lógica, más
destructiva que aplastante,
más dañina que otra cosa.

Pero no, lo que es es lo que es
y no cabe más magia que la nada
más absoluta y absorbente
donde no caben ni preguntas ni respuestas.

Delante, tan a ciegas,
más silencio, otro futuro
que vendrá de todos modos...
Y en mis manos, solo en mis manos,
un destino de juguete
que me mira con ojos de niño
y, aunque le haya prometido
que yo lo cuidaría,
probablemente se quede en el fondo
de ese armario de promesas incumplidas
al que soy tan asiduo.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Chocolate

Hay huecos que me llaman, vacíos atroces
que claman con ansia fiera los restos del naufragio
como si todavía el terremoto no bastase.

Galopar de hipopótamos desenfrenados
que bramitan regurgitando trenes


Lágrimas todavía en los portales y en los cielos.
Quema aún lo que no arde y quiero arrojarlo al fuego
para no rememorar más que aquello prístino,
espada ahora, cimiento quizá un día
de otros clavos en que crucificar olvidos
u odios acumulados en barcos lánguidos y viejos
en que los juguetes rotos reclamando sus espacios
golpean con fiereza los límites del miedo,
ese asesino de posibles que campa a sus anchas
por esos páramos desalmados en que me exilio
a lomos de aquél león blanco que portaba consigo
un mar de letras repetidas que un día fueron
reinas informes de una magia irrepetible.

Y, aunque batalle cada día, metro a metro, pliegue a pliegue,
avanzo y retrocedo casi por el capricho de un azar
en que los dados siquiera están marcados
y he de imaginarme, o confirmarme, único verdugo
de este trayecto indefendible hacia otras nadas
donde los galeotes declaman a corazón en grito el nombre
de cada eslabón de sus renglones malditos
y arrojan al cielo la lluvia de futuros irremisibles
en que quise haber creído sin afirmación alguna.

Quiero creer que ya no juego con serpientes, pero
¿sueño con ellas?


Cuestiones técnicas...

Por un error notablemente típico, a la hora de poner el nombre al blog de las películas, me comí una letra, y el título era "Un cinema pardis". Le pude cambiar el nombre a posteriori, pero el enlace seguía enviando a la antigua dirección, es decir, a ningún sitio. Ahora está arreglado, tanto la dirección como el enlace desde aquí.
En breve, arreglaré el acceso desde facebook.

martes, 13 de octubre de 2009

Conclusiones

El silencio.
El único ronroneo
de una fuente
casi perceptible.
Los ojos cerrados,
el respirar tan quieto.
El ocasional helicóptero,
la motosierra
del bancal de al lado.

Caminar
lento
muy
lento.
El aire,
las aves,
el tañir,
antiguo,
lejano,
de una
campana,
allá
lejos.
Los domingueros con su tecno,
el cumpleaños tres casas más allá.

Atento
al respirar
a la nada
al pensamiento,
mejor,
al no pensar,
a ser uno con el todo,
y ser uno con uno
y a esa mosca
que es la única del mundo.

Callar,
disfrutar
de este momento.
La ciudad queda
allá,
allá lejos.
Aquí,
la soledad,
la paz,
los turistas,
los senderistas,
los cicloturistas,
los montañeros,
el motocross
y ese 4x4 tan nuevo.

Dejar la naturaleza
seguir su curso.
Ese caracol lento que no piso.
Esa mosca cansina que no mato.
Esa avispa amenazante que no espanto.
Esa ramita que corto.
Y esa otra,
y esa otra.
Esa florecita que arranco,
y otra para,
y otra para,
y otra para...

El mutismo,
ese mutismo tan buscado,
con el mundo,
con los otros,
sólo el uno consigo mismo.
Pero un pequeño gesto,
un pequeño guiño,
un pequeño juego,
un pequeño susurro,
una pequeña charla,
una pequeña carcajada.

Y volver a sentarse
en el suave silencio
mientras el hambre sigue matando
a unos cuarenta niños por minuto,
más más que menos.

Pues eso


Turbemos esta turbulenta turba
más aún
por si mañana no quedase otra
en que refugiarse.

Juntos,
pero a solas,
busquemos las raíces
del odio, del miedo,
de la rabia.
Miremos el mundo cara a a cara
y veremos que soñamos
que se puede mirar
de igual a igual.
Siempre, siempre,
nos gana.

Ars poética

No hay mar suficiente
que arrastre este atardecer
aquel montón de viejos cadáveres
ahora que son solo huesos.
Fueron un día poderosos
árboles, guerreros, refugios.
Vivieron para dar vida,
murieron para no dar muerte
y ahora no hay océano
que pueda derrotarlos, no hay
llama que los apague, ni viento
que los lleve, siquiera un ápice
más allá de ese surco de la memoria
enque están arraigados.
Si no fuere porque son lo que son
serían casi héroes,
pero no son más que un montón
de viejos cadáveres
que no hay río que se lleve.

lunes, 12 de octubre de 2009

Los muertos de mi felicidad

Os veo.
Me seguís
desde siempre.
Vuestras manos
pútridas
aferran mis tobillos
para que no me mueva.
Vuestro aliento
fétido
sella mis labios
para que no hable.

Sois
lentos,
pero eficaces:
No perdonáis
no olvidáis
qué fuisteis,
cuándo fuisteis,
y venís
siempre venís
no importa,
no os importa,
cuántas veces
os entierre,
os despiece,
os dispare,
os comprenda,
os perdone,
os olvide.
No importa.
No os importa.
Existís
cómo exististeis,
sombras
de otras vidas
de otros yos
dónde me escondía.
Otros yos
que son este yo
en que me escondo
y aunque huya,
por mucho que huya,
siempre venís,
me encontráis,
me buscáis,
me seguís,
me aferrais,
me callais,
porque yo os hice
cuándo creía
que ya no estábais
por si un día,
tal vez sin quererlo
me olvidáseis,
o, mucho peor,
me perdonáseis.

En esta tarde gris

Pongamos por espejo al reflejo de un espejo
y al otro lado, de costado, un cuadrado descuadrado.
¿Qué dividía, divertido, el dividendo, dibujando divisiones?
¿Qué rasguño desgarrado rasgaba aquel rasgo desgarrador?

si miento, la simiente del simbionte simboliza la simbiosis
de la insiginificancia de un significado significativo, sin significante,
y sin señales que señalen la señalización señalada,
sólamente seremos soledades solitarias.

Lo que tú me digas

No cabe aquí otra cosa
más que el el silencio más distante
y las gotas de luna a bofetadas.

No constata esta noche solo una
ráfaga de tierra que constriñe
el deshacer efímero de las horas
cómo un mar de hielo.

Quedan trozos de lava en el suelo
y es tan difícil no pisarlos...


Saludo en otra acera


¡Qué roto lo prístino, qué roto!
¡Qué otro lo ínclino, qué otro!
El mazo qué certero
en este segundo ubérrimo.

No queda nada reconocible en el espejo.
Mirad mis manos
mirad mi vientre
no es sangre eso de ahí:
Es nieve.

Ayer
cuándo amanecía
(gotas de lluvia, cantos de pájaro,
tópicos, señales)
olvidé que allá lejos, acompañándome
estaba la luna
estaba el invierno
estaba.

Y hoy los astros son eclipse
navego hoy sin apenas estrellas
y he de reinventarme a cada ola
más por costumbre que por azar.

Recuerdo enésima vez ubérrimo:
Una esperanza con otro nombre,
pero no es cierto.
Meted la mano en mi pecho
dónde toda la sangre.
¿Estaba mi alma?
¿Estaba?
Estuvo.

Los ojos dispersos susurran secretos
pero están jugando
los últimos dados.
Cae al suelo el as de tréboles.
No supimos darnos cuenta
mientras marcábamos las cartas
que no se puede jugar a la brisca
con una baraja francesa.

Noche de Paz


Veamos.
Partiendo de
y de
pero
y además
sin embargo
aunque
y teniendo en cuenta que
es importante
por supuesto
quizá
aun sin presuponer
se puede afirmar
casi sin lugar a dudas
que
en resumen
concluimos.

viernes, 9 de octubre de 2009

Time


Empieza aquí un camino, no sé
que calles o recovecos giran alrededor.
El tiempo es un absurdo que no llega
y no quedan más flores.

Hay que entonar entonces un himno
cargado de vientos y de labios
en que el fuego es la rabia de la luna
y la lluvia es únicamente un resto.

No sé si el despertar extremo de manaña
traerá esa luz que se nos prometió
o simplemente será oscuridad reconvertida.

Y cuando lleguen las dulces mieles del futuro,
si es que llegaren, las esperaré
con las manos sobre el alma.

jueves, 8 de octubre de 2009

Arácnidos

Hoy, cómo ayer, cómo si el tiempo no hubiera pasado
la cabeza está sangrándome con tanta fuerza
que podría estar lloviendo perfectamente y no haberme percatado.

Podría buscar símbolos, metáforas, mentiras.
Ocultar bajo una nube de palabras una tristeza informe
demasiado infinita, una añoranza desmesurada
de tantas felicidades perdidas que se comen
cualquier atisbo de esperanza, por mucho que lo necesite,
por mucho
que me diga
que me digan
que el tiempo pasará
que todo se olvida
y todos esos tópicos
que se le dicen a los otros
cuando uno no los necesita.

Pero hoy...
Otro día, otros días
parcheándome, cómo si el tiempo no hubiera pasado
cómo si nada hubiera exisitido,
pero con la memoria cómo un relámpago
azotándome a cada gesto
casi sin posibilidad de redención.

Tal vez en otra huida,
en otro tiempo.
Pero no hoy,
hoy no.

miércoles, 7 de octubre de 2009

No se devuelven libros escritos


Midamos, por ejemplo, éste abrazo
en moles de cariño por segundo.
Veamos.

Se miran
los ojos.
Se abrazan
poco a poco.
Aquí aprietan
más que allí.
Ahora
más que nunca.

Hubo un día que fueron desconocidos.

Ya está, ya está medido.

Ahora midamos este otro abrazo...

Pueden empe...

Pero... ¡Esperen!¡Esperen!
¡Paren ya!

Si de todos modos se va a enterar...

Una letra escrita en un cristal, no puedo
evitar el imaginario común.
Un atrapasueños.
Tantas, tantas veces.
Tantas, tantas esperas.

Y ahora el no saber.

No puedo evitar el cadáver
de un niño en el baúl.

O rozar el techo por un segundo.
O el pescado dominical.

Y entonces, el no saber.

Ni puedo evitar, ni quiero
las noches eternas,
las palabras repetidas,
los reflejos, las preguntas,
los futuros.

No quiero evitar, ni puedo
los carteles, los caminos, los hoteles,
las trampas.

Y mañana, no sabré.

martes, 6 de octubre de 2009

Tango para un reencuentro difuso

Antes de ayer, mientras llovía, miraba la ventana,
o la puerta, o el vacío, y soñaba con bares o gatitos
mientras los trozos de nube se convertían en sapos
que rebotaban contra el asfalto cómo si no hubiera un mañana.

Siempre, siempre miraba.

Ayer, al empezar todo, salió de la casa casi huyendo,
y recorrió mil y un mares casi rehabilitados
y casi, casi encontró lo que buscaba en una pila de futuros
deshechados por imposibles bajo un manto de palabras.

Siempre, siempre huía.

Hoy, a mediodía, tras comer un poco, se sentó
y revisó un montón de revistas con las páginas arrancadas
donde la gente soñaba sueños en que se atusaba las preguntas
peinándose nueve veces los faldones oscurecidos de la tradición.

Siempre, siempre, a mediodía.

lunes, 5 de octubre de 2009

Flores de otro mundo


Llegará el día en que mi voz no sea un hilo
en que hablar no me cueste un triunfo
y decir lo que me pasa por el alma sea
lo más normal del mundo.

Ese día no ha llegado, todavía
y ahora me escondo, avergonzado,
por no hablar cuándo pude hablar
y no callar cuándo debí estar callado.



Yes, we can

Hay posos de té rancio deshojándose entre mis labios,
hay sombras que proyectan otras sombras,
y caballos que galopan tristes por llanuras agostadas
En la punta de mis dedos se van acumulando las mentiras:
Aquellas otras viejas súplicas desgarran el velo de lo posible,
y apenas uno o dos torrentes pueden contenerlas.

Pude haber deconstruido lentamente aquellos cristales que sangraban
o haber puesto vallas de colores en las puertas, pude haber fumigado
con rosas de luto antes de que el camposanto de las calles se llenase.

Ya se han secado los charcos en los lugares remotos y han ardido
a destiempo otras hogueras. No queda ya siquiera ni viento ni ceniza
en que guarecerse las noches de frío. Uno inventaba patrias ocultas,
y paseaba rabias y ausencias a más de cien por minuto, es cierto,
de nada sirve borrar lo indeleble, o rediseñar los instantes.

Aquí queda consumido todo. Fui, únicamente, y ya no puede ser de otra manera.

sábado, 3 de octubre de 2009

Las nieves de antaño


Puede ser
el momento antes del momento
y danzar mañana al son de un clarinete
mientras rugen flechas en las granjas.

Hubo un día que lo pensé.

Pudo ser
el momento en vez del momento
y conducir mañana camino hacia el mar
mientras la tierra se ciñe sus espadas.

Hubo un día que lo pensé.

Podrá ser
el momento después del momento
y cabalgar mañana hacia otros horizontes
mientras en el tiempo se encienda alguna llama.

viernes, 2 de octubre de 2009

Elegía para un payaso


Quedó ya lejos.
Su hogar estuvo
dónde estaba su corazón
y su corazón se había deshecho
en un mal año.

Pasó el tiempo,
él durmió,
se fue olvidando
de que había sido
de que había tenido un nombre
y hablaba de sí mismo en pasado
cómo si ya no estuviera.

Y poco a poco fue perdiendo
la voz y la memoria
se le fueron cerrando los ojos
no encontraba otro corazón
ni siquiera el suyo
aunque prometiese
que estaba aquí hace un momento.

Y un día,
simplemente,
ya no despertó.

Ay, la Yesi...

Cómo es bien sabido, una persona es incapaz de lamer su propio codo.



Gracias por enseñarme que recordar no es siempre doloroso.

Joteta enganyà


El futuro se abre con una absoluta infinitud de posibilidades donde caben sin pensarlo varios cientos de múltiplos de vidas atascadas en viejos esquemas trazados por una infancia no más justa por lejana.

Yo.

Gota.

Hay un mar.

Hay una, dos olas.

Hay de repente una galaxia.

Ya queda muy lejana.

Alguien descansa.

No más fuego.

Miento.

Es.



Algo horrible puede estar gestándose en campos de trigo negro venidos de aquel lugar sagrado y silencioso que es la urdimbre inconclusa donde el cantar más acérrimo está prohibido desde el albor de los tiempos ya desechados por ya demasiado finitos.

jueves, 1 de octubre de 2009

Counter-attack at the signals bay

Una vez estuvo habitado, hace tiempo, tanto
que ya ni recuerda quién lo habitaba.
Las cortinas ocultan el polvo, el polvo,
los muebles, los muebles, el suelo,
el suelo, el sótano.

Allí, un montón de huesos
danzan una cumbia con son violento
y desde otro pedazo de cielo
sonríe la estulticia con puños de fuego.

No habrá más penas ni olvido


Esta noche el mar Atlántico ha sido,
por un segundo,
el océano Mediterráneo
y las palabras de plata han curado,
por un momento
al hombre lobo
que todavía aúlla,
hambriento.

Esta noche ha llovido sobre el plástico
y se han ido llenando
silencios y nostalgias
por un segundo parecía
que sonaba un tango a dos voces
y que las estrellas eran un puente.

Ésta noche se han abierto puertas
y pequeñas velitas se han visto en las ventanas
aquí dentro, a veces,
también ha habitado la alegría.

Pero al final de la noche,
cuándo ya alumbraba el día,
cada estrella en su sitio,
cada nota en su cuerda,
todo ha vuelto a ser lo mismo,
a un eterno "si pudiera..."

La potente fragua... (IV y último)

Mi última entrada... No me duró mucho el intento, la verdad...

Que veinte años no es nada

Somos lo que comemos, al menos, lo que hemos comido. Hoy me he encontrado con un maestro de mi infancia, de cuando los maestros eran un complemento de los padres, casi un sustituto. De cuando la educación era otra cosa, y el requisito para aprobar era estudiar. De otro tiempo.

Los profesores de hoy son distintos. Los alumnos de hoy son distintos. Los alumnos de hoy son los hijos de los hijos de los que lucharon por la transición, los que vieron que aquella vieja promesa del cambio no cambió nada y se apartaron a una orilla del camino. Los alumnos de hoy son los hijos de los que acuñaron el término pasar de todo y no preocuparse por más que uno mismo, porque todo lo demás, al final, sólo llevaba al desengaño. Y llegó la sobreprotección absurda y cualquier intento de enseñar disciplina, de enseñar unas normas sociales básicas para que el mundo no se convierta en la jungla en que se ha convertido, para que la coexistencia sea convivencia y no choque de voluntades, no es visto más que como un ataque a su sobreprotegido, y terriblemente maleducado, descendiente.

Y cualquier intento de hacer estudiar es un atentado contra el tiempo libre, y, lo que es más triste, un absurdo intento de calentarle la cabeza al pobre alumno con cosas que no le van a servir para nada.

Y habrá reformas y reformas educativas, pero no se llegará al meollo de la cuestión: Calentarse la cabeza es malo. Pensar es malo. Comerse el tarro es malo. Y aburrido. Sobre todo aburrido.

Somos lo que comemos. Somos lo que hemos visto. Estímulo. Estímulo. Estímulo. Estímulo. Rápido. Rápido. Rápido. Ya. Ya. Ya...
El cine bueno es el que tiene mucha acción, cambios continuos de cámara. En televisión, la escena cambia cada quince segundos. La música tiene que tener, sobre todo ritmo. Mucho ritmo. Y letras infantiles. Un productor reconoció que la música comercial se enfoca mayoritariamente a un público infantil. No hay referentes, nada a lo que agarrarse. Tener principios es un lastre. Lo del año pasado está demasiado obsoleto, no hablemos de los clásicos. Leer es un muermo. Sitúate en este mundo. Situáte ya. Tus compañeros son tus enemigos. Tu profesor es tu enemigo. Tu familia es tu enemiga. Tienes que ser el más duro, el más fuerte, el más guay... Tienes que ser el más.... Y ya. Enseguida. Es lo que has aprendido. Es lo único que has aprendido.

Y frente a esto... los profesores. No sé cómo son los profesores de hoy día. Cómo son los profesores hoy día, recién acabada la carrera, algunos pueden dar clase con sus antiguos maestros... Hijos postreros del desencanto político y primogénitos de la estultización generacional, tal vez conocedores, o tal vez no, de su asignatura, apologetas es su círculo íntimo de la falta de valores y el descreimiento, o tal vez no, tal vez arrancados demasiado pronto del seno materno cuando cada vez dejamos el nido más tarde. Tal vez acusen el mismo individualismo salvaje que sus alumnos, el mismo egotismo inconsciente, la misma insolidaridad. O tal vez, y eso es lo que más deseo, no.


Y la vida siguió, cómo siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Luego vino "Otro silencio", para exorcizarme, y ahora éste, para lo mismo. El tiempo nunca se acaba, el círculo nunca se cierra... Las mismas expresiones, los mismos temas...

Aquí el original

La potente fragua... ( III)

A veces llego a pensar que no escribo tan mal del todo.

Ser y tener

Ser apolítico no tiene nada que ver con ser apartidista. Ser apartidista es tremendamente sencillo, tanto como no creer en los sindicatos, basta con echar un ojo a la televisión y ver como hoy día la batalla de los partidos no es una guerra de las ideas y las propuestas, si no del insulto personal y la imagen adecuada en el momento preciso. Ser militante en éstos días significa pasar la mitad de tu tiempo justificando la actitud de los dirigentes de la formación, cuando no sus actividades. Realmente, ser militante, militante activo y entregado, requiere una cualidad especial que parece que se está perdiendo. Una pena, porque proporciona una serie de emociones y pasiones difícilisimas de explicar.

Ser apolítico es otra cosa. Técnicamente es imposible. Todo el mundo tiene una idea de como debería ser la sanidad, o que parte del presupuesto es verdaderamente necesaria para defensa, o simplemente si el color que la comunidad ha elegido para la fachada es adecuado. La política no es más que una sistematización de las relaciones humanas, para que la sociedad esté más o menos organizada. Un tal Aristóteles, relativamente famoso pese a no salir en la tele, dijo aquello de que el ser humano es un animal político... La primera frase que aprendíamos a traducir del griego... ( No me lo creo del todo, leo en los diarios que se pretende acabar con un puñado de filologías y con la carrera de humanidades, no me lo creo del todo, porque un gobierno de talante medianamente progresista ha de apostar claramente por aumentar, y no por disminuir, la oferta educativa).

Entonces, si nuestra cualidad como seres humanos nos impide ser estructuralmente apolíticos... ¿Qué es ser apolítico? ¿A qué se refiere una persona cuando se declara a sí misma apolítica?

Básicamente, apoyándome en mis observaciones personales, es una persona a quien le da igual la realidad que vaya más allá de lo inmediato, que no le importa si el dinero que paga Hacienda va para comprar armas o para construir hospitales, que considera que las instituciones son una empresa de servicios exclusiva para él, que despotrica contra lo que hace el gobierno pero que no ha votado por pura desidia, que obvia que el sistema democrático se supone que elige a representantes que se deben, que se deberían deber, a sus electores, y que los gobiernos hacen lo que hacen porque gente como él, casi como él, pues se han atrevido a dar su opinión pese a ser muchas veces conscientes de que no va a servir de mucho, les ha otorgado las facultades para hacerlo...
Un apolítico es, a fin de cuentas, el que se queja porque un funcionario lleva dos horas almorzando, y cuando se le plantea la posiblilidad real de poner una reclamación formal, una de esas que llega al estamento al que tiene que llegar, prefiere no hacerlo por no meterse en problemas.

Hoy se la juega Holanda... Si me gustase el fúbol, diría que la expectación y las ilusiones que puede provocar un referéndum son bastante parecidas a las que puede provocar un partido más o menos importante.

Aunque no tiene comparación. El resultado definitivo de un partido de fútbol afecta realmente, de forma material, a los miembros del equipo y el resultado de un referéndum, caso de éste que va sobre Europa, únicamente a unos cuantos cientos de millones de personas, dónde va a parar.

La potente fragua... (II)

Intento de crítica literaria... Hay que probarlo todo, oiga... El libro sigue siendo vigente, y recomendable, por supuesto.

Para hacer que el tirano caiga...

Estoy leyendo un libro bastante interesante. Se llama "Rebelarse vende, el negocio de la contracultura". El libro viene a explicar que el declararse diferente, definirse antitodo, el sentirse anticapitalista por no comprar ciertas cosas en ciertos sitios o considerarse rebelde por ser apolítico, en estos momentos no es más que otra forma de capitalismo, otro mercado más, otra forma de borreguismo como la que pueden tener "los otros", los que se preocupan solo por llegar a fin de mes y cuyos problemas automáticamente excluyen las grandes disquisiciones teóricas.

Como solución, los autores proponen preocuparse más por temas concretos, por retomar la tradición izquierdista, habitualmente preocupada por la transformación real de la sociedad, o, al menos, la mejora de las condiciones de las clases más desfavorecidas, cuyas filas aumentan por momentos en estos tiempos.

Tal vez sea esa la mayor crítica que se le puede hacer al libro, que apueste por la reforma y no por la revolución, aunque, según las tesis que defiende el libro, la ruptura, de momento, es bastante imposible.

Y con eso estoy de acuerdo. Hoy por hoy, pese a darse las "condiciones objetivas" para un cambio social profundo, no se dan las "condiciones subjetivas"... Y tal vez nos demos cuenta demasiado tarde.

Mientras tanto, algunos seguimos empeñados en que no se extinga la llama de la utopía, en pensar que otro mundo es posible, pero, como ya sabían los trabajadores del XIX, hay que cambiar al ser humano para que el nuevo mundo vea la luz... Hay que soplar la potente fragua y hacer un ser humano nuevo...

Y esa es, en resumen, mi intención. Intentar ver la realidad desde un punto nuevo, desde un punto centrado en la gente, con un pie puesto en la utopía y otro en la más cruda realidad.

La potente fragua...

Me pide una amiga, muy buena amiga, que escriba artículos de opinión... Palabrería me sobra, pero últimamente ando muy, muy desconectado del mundo exterior, y necesitaría un tiempo para readaptarme... Muchísimo, porque llevo mucho retraso en cuánto a conocimiento de la actualidad y, últimamente, incluso del día a día...

Pero eso me recordó a que tiempo atrás intenté algo parecido...Hace cuatro años, cuándo todavía... Pero esa es otra historia.

Bueno... Ahí van mis únicos intentos de opinar sobre algo...

Allons, enfants de la patrie...

Hace tiempo que quiero empezar con esto de los blogs. Por ver cómo funciona, cómo se siente uno y esas cosas. Quería hacerlo sobre una de mis aficiones, criticarlo todo, que me resulta sorprendentemente fácil, pero quería empezar con una buena noticia, y eso cuesta más. Basta con ver la prensa oficial. No digamos la no oficial, la que presenta porciones de la realidad que la oficial obvia. Siempre pensé cuál de ellas tiene razón, que tal vez haya un término medio... Aunque comparar ambas es un buen entretenimiento.

La buena noticia es, como no, el resultado del referéndum acerca de la Constitución Europea en Francia. Acabo de ver una especie de análisis de los resultados, en plan estadística. Aparte de la alta participación, nada que ver con esta España nuestra donde la gente pasó olímpicamente de decidir sobre su futuro, destacaría que el voto del No fue mayoritariamente obrero, juvenil e izquierdista, por mucho que a los extremistas liberales (que en aparente paradoja están en contra de los extemismos) se empeñen en meter en el mismo saco a LePen y a los troskistas. El No francés no es un No cualquiera, es un No de conciencia, un No a una constitución que quiere convertir a nuestra querida vieja Europa en unos literales Estados Unidos de Europa (leí hace poco que fue Bakunin el primero en hacer esa propuesta, por cierto) bastante iguales a los de América, echando por la borda todo aquello que tanto dolor ha costado conseguir.

No hay que confundir. No a esta constitución no es No a Europa, ni a la construcción europea, ni nada de eso. No van a echar a Francia de la UE por eso. No a esta constitución es Sí a otra. Más social, más humana... Simplemente otra mejor, que, en el fondo, es el viejo mundo que criticaba Bush cuando no obtuvo apoyo para invadir Irak.

Lo que nadie sabe ahora es qué se va a hacer con ésta. Porque los franceses no la quieren y los españoles si. Bueno, a los españoles se la pela, para variar.

He visto otra buena noticia. Al menos, una noticia que me ha alegrado. Un par de jóvenes marroquíes han salvado a una familia latinoamericana cuyo coche había caído a un canal en un pueblo de Cataluña. Gente así suele ser considerada heroica, no sé cómo les sentará a los que creen que por haber nacido blanquito son intrínsecamente mejores que los demás... Otra cosa es que haber nacido blanquito en un mundo con varios miles de millones de personas pobres sea, por desgracia, casi una suerte.