
Será, si no, este silencio
sabio susurro que sugiere
la salida simple y segura.
Saber que siempre sigue
el sol su sutil signo
suele servir de sacrifico.
Sin sentido, el sexto sello
sonríe serio sobre su sesgo
y siestea sobrio según su sino.
Lo que pudo existir brilla un instante,
Luego deja sus sombras marcadas para siempre,
Fue tiempo de soñar, y sin embargo
Estaban ya las cartas repartidas.
(Luís García Montero. Habitaciones Separadas)
Tengo una canija pregunta: ¿es esta aliteración fruto de la casualidad (recientemente comentada) que da la unión de ciertos nombres? Bien hecho, si es así ;)
ResponderEliminarMás que la casualidad, la causalidad...
ResponderEliminarEfectivamente, lo prometido es deuda...
De momento, sigo cauto el sinuoso camino... Pero avanzando poco a poco.