jueves, 9 de septiembre de 2010

Sobreviví

Y no quiero decir que haya pasado el verano y vuelva a andar por aquí, ya de vuelta a la rutina.
Quiero decir que sobreviví, que estoy vivo, tal vez por suerte, o por casualidad, o porque las leyes de la física impidieron, o favorecieron, cualquier otro resultado.
La historia es sencilla: El camino hecho mil veces, un poco de lluvia y de repente yo intentando manejar un volante que poquito antes había dejado de controlar. Ni siquiera estaba de vacaciones. Ni siquiera era fin de semana.

Y no pasó nada.
O casi nada, que no es lo mismo, pero es igual.

Obviamente, el coche está en el taller.
Obviamente, yo renqueo un poquito.

Pero no pasó nada. Apenas si molesté a nadie. El coche arrancó, yo respiraba.
Llegué a mi destino.
Y ya está. Todo sigue.
Y ya está.

3 comentarios:

  1. Me alegro de que no haya sido peor. Salud compañero.

    ResponderEliminar
  2. Esos sustos son los que te hacen aterrizar y valorar lo que tenemos día a día.
    Cuídate Salva.

    ResponderEliminar
  3. Al final ha quedado en eso, en un susto. Gracias por el apoyo.

    ResponderEliminar