martes, 27 de julio de 2010

Vaya

Lo que fue, lo que será
paseando entre lamentos
se destrozan mutuamente
con espúreos errores
y momentos que eternizan
la agonía de los instantes.

Entre las manos, el aire
corriendo infinito hacia la nada
como el polvo de dónde viene,
como el polvo a dónde va.

A veces derrota el silencio un instante,
el vago cemento de una falsa escultura,
la certera huida de la noche perenne...

Pero los ventanales solo son espejos
y las puertas ni se entrecortan ni se entretienen
a golpes como las calles olvidadas.

Y ya que amanece cada vez más temprano,
y el ansia ya no camina, qué duro es entregarse
al sueño irreparable de los tiempos
donde navegar y romperse desde nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario