Y de este oficio tan imberbe
vuelve al paso la firmeza
con ansia terrible y hambre difusa
para destronar hogaños de pausa fiera.
Extramuros gorjean fieles culebras
que caminaron sobre nebulosas de esmeralda
enredándose con albarcas profundas y cansinas,
casi vitoreando a contratiempo lluvias ajenas.
Empero a rebufo se distorsiona
el cónclave entregado a su abandono
y retoñan flácidas las orugas de las puertas
donde la gloria duerme, y también la nada.
Estrellas que alcanzar
Hace 6 años
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