sábado, 26 de septiembre de 2009

Y otros poemas

Volver a los antiguos lugares de entonces
dónde las primeras citas
dónde las últimas fotos.
Dónde las esperas
y las discusiones.

Y saber que no estarás, ya no
sólo recordar que ya has estado
porque me duele hasta el aliento
y no soporto
el azul algunas veces
y mi odio y mi rabia son tan grandes
que apenas me caben
y tengo que esforzarme en no mirar hacia otro lado
donde habita esa oscuridad que me consume
esa oscuridad que no quiero mirar
esa gran mancha.

Y tengo que engañarme con certezas
e imaginarme otras mentiras
para alejar a la esperanza impresentable
o peor, esa pena absurda, esa lástima ajena.
Y tengo que convencerme de que fue un sueño
y repetirme los modos, las palabras, los juegos,
todas aquellas señales, todas aquellas metáforas,
tan tangibles
tan reales,
y recordar dónde radicaba
la imposibilidad del equilibrio
o la longitud de las noches.


Y dejar de verme
tan ajeno
tan otro
dejar de querer
romper mi reflejo
dejar de querer
romperme
dejar de querer
lo que fuese, o lo que sea,
pero dejar de quererlo.
Y dejar de intentar entender
los silencios,
los secretos,
los olvidos.

Y hacer que seguir viviendo no sea una costumbre
si no una necesidad
y que al abrir los ojos
sea la hora que sea
desee no cerrarlos otra vez
desee no estar soñando
para un día abrir los ojos y esperar a saber
qué me deparará el día
y no cerrarlos otra vez
hasta que dejen de sangrar.
Y tener en cuenta que el tiempo pasa
que ha pasado
que ayer fue solo ayer
y antes de ayer no fue hace un momento.
Y olvidar
que la palabra "quizás"
no es más que una palabra
y a veces,ni eso.

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