viernes, 4 de septiembre de 2009

Wáteres

(Un lavabo de discoteca con dos pilas. Una mujer madura, vestida con ropa ajustada que no hace otra cosa que remarcar su edad, apoyada en la de la derecha, se prepara una raya. Por ese mismo lado entra un chico joven que se sorprende al verla)

Ella (Agresiva): ¿Qué coño pasa?

Él (con gestos redondos): No, tía, nada.

(Él se acerca a lavabo libre, se acicala, no sabe qué hacer. Ella esnifa. Intercambian rápidos golpes de vista. Ella camina lentamente hacia el público limpiándose la nariz. La droga va haciendo efecto. Se gira hacia Él, que sigue intentando disimular frente al espejo)

Ella: ¿Buscas a alguien?

(Él la mira y no contesta. Ella saca un cigarrillo y lo enciende. Camina contoneándose hacia el lavabo desocupado, se apoya en él y se queda mirando al chaval, que la ha estado siguiendo con la mirada)

Ella: Ya. Una tía, claro.

Él: ¿A usted que le importa?

Ella: ¿Usted? Eso se lo dirás a tu madre, chaval.

Él (en actitud chulesca): ¿Me estás llamando hijo de puta?

Ella: No. Te estoy diciendo que eres un chaval de puta madre. (Esboza una carcajada) No va a venir.

Él: ¿Y tú que sabes?

Ella (Hacia Él, quien, sin dejar de mirarla, va retrocediendo. Cada vez más cerca, dan vueltas por el escenario) Oh, sí, vendrá, te sentará en el lavabo, te la sacará y empezará a comértela como la zorrita que es. Y mañana, cuando vuelvas a buscarla, estará en el mismo lavabo comiéndosela a otro.

(Silencio)

Él (caminando hacia Ella): Tía, corta el rollo. Yo he venido aquí buscando eso, y mañana estaré con otra en otro sitio.

Ella (Airada, le da la espalda): Para cuentos, el de Caperucita (Se gira hacia él) Si es tan cría como tú, vas a seguir matándote a pajas mucho tiempo.

Él: ¿Qué quieres, comérmela tú o qué?

Ella: Para el carro, que yo no curro por el morro.

Él: Contigo, ni gratis.

Ella: Sólo queréis carne joven. Te sugiero que goces mi coño. Es único, ¿sabes? Ya no llevo la cuenta, pero seguro que por aquí han pasado miles. Ha sido un monumento cantidad de visitado… Hasta hace poco. Ya soy un poco mayor, ¿sabes? Las primeras canas, cómo ves. (Pausa) Pero no hace mucho por aquí pasó lo mejorcito de la ciudad. He conocido políticos, empresarios, sacerdotes, cantantes, escritores… Lo he hecho en los sitios más increíbles. Librerías, teatros, monumentos… (Pausa) Si yo te contara… Venga, hombre, ¡ven y ahoga tus penas entre mis muslos! (Pausa) Yo también fui joven, ¿sabes? También buscaba carne joven, cómo tú. También quería volar, volar muy alto… Me piré con un tío a los dieciséis… El muy cerdo… Ya no podía volver y tuve que buscarme la vida. Y aquí estoy. No pude salir… (Pausa) Riquezas, oro, joyas, seda, el mundo a mis pies, promesas, promesas ¡Mierda de vida! Todos sois iguales, sólo os interesa follar, follar y follar, que os la chupen hasta los cojones. (Pausa) Compartir cama y dormir sola. Champán para la cena y desayuno en un bar. Un día, otro, siempre igual… Y hasta ahora, hasta aquí. (Pausa) No tienes ni puta idea de lo que puede doler el coño a las nueve de la mañana, cuando sabes que te va a follar el tío que te ha puesto el café aguado y la madalena pasada. (Pausa) Pero no creas que tú estás mucho mejor. Mírate, en un lavabo lleno de mierda con una puta vieja, esperando a una cría que no va a venir. Si quisiera algo, ya habría venido. (Pausa) ¿Sabes? No merece la pena vivir así, hundida en la mierda, comiendo mierda, viviendo mierda, siendo mierda.

Él: ¿Y a mí qué coño me importa?

TELÓN


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