sábado, 5 de septiembre de 2009

Las mil vidas de Melquíades Estrada


Tengo frente a mí una cerveza, la miro, bebo. Todo lo demás en la mesa son tarrinas de helado. ¿Éste es el mundo en que debería estar? Voces alrededor mío, desconocidas hasta hace un momento. Algunas se dirigen a mí. Contesto pausadamente, estos días apenas puedo levantar el tono de sin que se me enconja el alma. Hago un chiste y recibo silencio. No me conocen todavía, dicen. Es tarde, dicen. Hablo un poco de mí. Tampoco hay tanto que contar. Tampoco quiero contar tanto. ¿Ésto acaba alguna vez? Se me va la mente a tantos sitios. Tiempo, dicen, necesito tiempo. Pero mi tiempo ya ha pasado. No puedo darle al tiempo más tiempo del que tengo, nunca supe ganar tiempo. Pero ahora estoy aquí. Ahora estoy ahora. Alzo la mirada, busco los ojos, hago un comentario, intento buscar un tema, intento buscar el tema. ¿Ésto será siempre así? Vuelvo atrás, vuelvo atrás, vuelvo atrás. Hay un trocito de mi alma flotando en la cerveza, intento beberlo, pero se queda en el fondo. Lo de ahí fuera son también rostros. Son otros rostros, otras voces. Son los que hay, de nada vale apretar los ojos. De nada vale mirar al cielo.
Mañana será otro día, sí, pero mañana está, todavía, demasiado lejos.

2 comentarios:

  1. Estimado Barba Roja: me entristece leerte tan apagado e indefectiblemente inmerso en el agujero de la negror. Te entiendo no obstante, mis renegrores, aunque no se me noten en exceso también están pesandome en el hombro.

    Este es mi rinconcito en la red, me lo acabo de amueblar y tal, ya sabes, pasate siempre que quieras que pienso hacer lo mismo!

    Besotes miles y un abrazaco de los buenos departe de Alba (la que fue calva una vez... jaja)

    ResponderEliminar
  2. Bienvenida, Lunazul... (en los internetes somos nuestros alters egos...)
    Mi negror es autoimpuesta, o autoinducida... Tuve más luz de la que supe manejar. Pero eso es otra historia.
    Te he linkeado alegremente, para saber cuándo actualizas y tal.

    Un abrazote a ti también de esos que sólo nos salen de vez en cuando.

    ResponderEliminar