No habría que dudar, en todo caso, de la buena voluntad del sol en alumbrarnos cada día, aunque a veces sus rayos, lentos, se demoren en calentarnos, o parezcan apuntar precisamente en dirección contraria, o nos golpean tan furibundos que casi parecen granizo.
Sin embargo,las teorías más evidentes indican que no siempre es así, y que se han visto astros girar más allá de sus órbitas, cómo si la gravedad, la física y la historia no fueran con ellos, ni siquiera la costumbre.
De hecho, alguno de ellos ha violado de tal manera esas leyes que están declarados proscritos en varios multiversos y se han ido exiliando, poco a poco, a planetas cercanos donde han establecido colonias y pequeños países que se apuran en guerrear los unos contra los otros.
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Hace 1 año
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