martes, 1 de septiembre de 2009

Azcoroso

Ya no estás, te has ido.
No habrá más piscinas, más carreras por el pasillo.
No más abrazos, no más mimos.
No más ternura.

No más risas, no más besos,
no más cogerte de la mano,
aunque caminases sólo.


No más jamón, no más duchas,
no más paseos, no más juegos.
No más cosquillas, no más batallas de almohadas,
no más carita de inocente
y echarle a culpa a otro
y luego
reírnos todos.

No más de tí,
no más de nada.
Nada, y nada más.

Ya no estás, te has ido.
No habrá más piscinas, más carreras por el pasillo.
No más abrazos, no más mimos.
No más ternura.

No más risas, no más besos,
no más cogerte de la mano,
aunque caminases sólo.


No más jamón, no más duchas,
no más paseos, no más juegos.
No más cosquillas, no más batallas de almohadas,
no más carita de inocente
y echarle a culpa a otro
y luego
reírnos todos.

No más de tí,
no más de nada.
Nada, y nada más.


Ya no estás, te has ido.
No habrá más piscinas, más carreras por el pasillo.
No más abrazos, no más mimos.
No más ternura.

No más risas, no más besos,
no más cogerte de la mano,
aunque caminases sólo.


No más jamón, no más duchas,
no más paseos, no más juegos.
No más cosquillas, no más batallas de almohadas,
no más carita de inocente
y echarle a culpa a otro
y luego
reírnos todos.

No más de tí,
no más de nada.
Nada, y nada más.


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