Y al final, la marea se llevó todo.
De los pocos cadáveres que quedaron, si es que quedó alguno,
los buitres dieron rápida cuenta,
y sólo quedan algunos
huesos relucientes entre la arena.
De profundis...
Hace 2 semanas
Lo que pudo existir brilla un instante,
Luego deja sus sombras marcadas para siempre,
Fue tiempo de soñar, y sin embargo
Estaban ya las cartas repartidas.
(Luís García Montero. Habitaciones Separadas)
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