Alguien llama al niño. Están a sólas. A veces hablan, a veces juegan. Todo inocente, pero siempre a solas.
Y el niño vuelve a la fiesta. Pero ya no hay nadie. En ningún sitio. Recorre las habitaciones. Nadie. Busca a quién lo llamó. Nada. Está sólo. De toda la fiesta, ya no queda nadie.
Y es entonces cuándo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario