domingo, 1 de noviembre de 2009

Avignon


Como un ángel caído,
lejos del cielo,
mirando arriba,
sintiendo lejos.

Una vez, casi
tuve un deseo.
Yo lo tuve, yo
lo perdí.

Ahora camino
buscando una lámpara
buscando otro genio
que me dé esa dulce copa
que es la ausencia
del olvido.
Y recordar cuándo abrí las manos
para no volver a abrirlas.
Y recodar dónde fueron mis pasos
para no volver a ir.
Y esconderme de la nada
con la nada.
Y romper el silencio
con silencio.
Vivir sin saber hacerlo.
Una vez tuve un deseo.

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