lunes, 11 de enero de 2010

99 luftballons

Vacío, nada más vacío.
Mi casa, mi cama, mi alma.

Respiro aires distantes,
vanos.

Todo lo efímero se vuelve y me mira:
Yo.

Hay un círculo, o una loma.
Una hora mágica, una hora trágica.
Mil y una puertas.
Ninguna ventana.

¿Qué compensa?
Está rota la balanza.

Vacío, todo vacío.
Nada calma, nada llena.

Aberrante, absurda, la vida
sucede en otra parte.

Ni verla, ni mirarla.

1 comentario: