viernes, 8 de enero de 2010

Elegía sin dioses

No hay descanso eterno
solo ojos cerrados,
solo tacto gélido.

No es un sueño
solo suspiro postrero
y la nada.

Es aquí dónde se duerme
es aquí dónde se sueña,
y se imagina una promesa.


Al otro lado del cristal
está todo lo que hay después.

Antes hubo tanto...
Antes hubo mucho.
Y si algo queda
es lo que no habrá más.



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