Las caras, las máscaras, los espejos.
La pose, el silencio.
Lágrimas de cocodrilo del asesino
que culpa a su víctima de todo.
Niño que juega a las cosas y a lo otro,
ahora perdido. Llora.
La promesa de una puerta abierta.
Un puente tendido. Aceite contra el asedio.
Sin alma que perder, y ya nada que apostar.
Solo la promesa del silencio acecha.
Y hoy el tiempo se entretiene enredando
tiras de azul entre sus rayos.
Estrellas que alcanzar
Hace 6 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario