Ahora que comprendo
y recuerdo aquel naufragio,
aquel payaso
que jugaba en ese hogar ajeno,
creyendo la eternidad un solo día.
Ahora que persigo
que pase el tiempo, solo que pase,
que se lleve esta arena y este polvo,
estas ruinas, estos cristales,
que un día el espejo me refleje
y las sombras ya hayan sido.
Ahora que no permito
un paso adelante, un suspiro de más,
una mano de menos, ahora
que casi ni me inhibo.
Ahora que la espera ya no es sueño
ni recurro a otras esferas,
ahora que no hay blancos que me lleven
ni dudas sin resolver más allá de todas,
el camino de retorno al camino pretrazado parece tan simple
que los pasos se vuelven a perder en ese círuculo
que es la desesperanza por sistema.
¡Spam!
Hace 2 años
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