Día de fiesta en la ciudad de los árboles santuario,
corre la espuma como días circunnavegando maldiciones
y el resquemor de los azúreos continúa su desfile infame
desacompasando esferas con lluvias a destiempo.
Rimando estupideces, los allegados comentan
con un rostro maquetado a toda prisa
las postreras sombras que acuden a la rabia
con acordeones sísmicos de mundos no plausibles.
¡Spam!
Hace 2 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario